SEVILLA, 14 (EUROPA PRESS)

El expresidente del Gobierno socialista Felipe González se ha reivindicado este jueves como un hombre «libre» porque dice lo que piensa, y alguien «controvertido», un atributo que ha valorado porque, según ha sostenido, «quien no es controvertido es que traga con todo».

Son ideas que el también ex secretario general del PSOE ha expresado a lo largo del discurso que ha pronunciado al recibir en Sevilla, de manos del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el V Premio Iberoamericano ‘Torre del Oro’, promovido desde 2018 por la Fundación Cajasol y la Cámara de Comercio de Sevilla con carácter anual.

En el acto han intervenido también el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido; el presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla y de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio, Francisco Herrero; el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, y el presidente del jurado que ha concedido este galardón, Enrique Iglesias.

Al acto han asistido también, entre otros, el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, los expresidentes socialistas de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Rodríguez de la Borbolla; el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre; la consejera andaluza de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo; el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández; el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, y el senador del PP y expresidente del PP andaluz Javier Arenas.

En un contexto político marcado por las negociaciones para la investidura de un presidente del Gobierno tras las elecciones generales del 23 de julio, y de las que pudiera llevar a cabo el líder del PSOE, Pedro Sánchez, con partidos independentistas y nacionalistas para lograr ser reelegido como presidente del Gobierno, Felipe González ha centrado su intervención al recibir este premio en sus relaciones con Iberoamérica a lo largo de su vida.

De hecho, ha comenzado comentando que acababa de llegar de Santiago de Chile, donde ha podido asistir a la conmemoración del 50 aniversario del golpe de estado de Augusto Pinochet que derrocó al gobierno de Salvador Allende en septiembre de 1973.

No obstante, a lo largo de su discurso, Felipe González ha deslizado mensajes tales como que se consideraba un hombre «controvertido», y al respecto ha sentenciado que quien «no es controvertido es que traga con todo». «Que nos libren de los no controvertidos, los que son capaces de quedar bien con todos a la vez», porque «algo tienen», ya que «controvertido hay que ser», ha manifestado también en el transcurso de su discurso.

Además, ha reconocido que protagoniza «pocas apariciones públicas», y que se considera «libre porque digo lo que pienso», y «responsable porque pienso lo que digo, y eso me obliga a callarme mucho más de lo que desearía, porque ahora la gente primero habla y después piensa en lo que ha dicho», ha comentado.

«Yo me siento libre porque digo lo que pienso y lo digo con respeto. No lo que dicen que digo, sino lo que yo digo, que no es lo mismo», ha apostillado el que fuera presidente del Gobierno entre 1982 y 1996.

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