La Asamblea de Madrid ha vuelto a ser protagonista del debate nacional. La amnistía, Cataluña, ETA, Bildu y el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados han marcado la primera sesión de control al gobierno de Isabel Díaz Ayuso. No ha habido portavoz que no haya realizado en algún momento de su intervención una referencia a la política nacional o los resultados del pasado 23J, pero quien ha lanzado la caña con la intención clara de que Ayuso la cogiera ha sido el socialista, Juan Lobato.
El también secretario general de los socialistas madrileños ha recordado en la cámara autonómica que espera a la presidenta regional en el Senado, donde él ocupa ahora un escaño, para hablar de los asuntos nacionales. “Si quiere hablar de Cataluña, Puigdemont, ETA, de un Madrid sin feminismo, sin ecologismo.. o si quiere seguir con Aznar haciéndole la cama a Feijóo por escuchar a Junts, encantado y esperándola en el Senado”, le ha lanzado, apuntando que en la Asamblea confía escucharle hablar de asuntos que afectan a los madrileños y no «sus numeritos».
La respuesta ha sido fácil para la presidenta. Primero ha ironizado sobre cómo Lobato se lamentó el pasado lunes ante los medios porque en la reunión que mantuvieron ambos en la Real Casa de Correos, en el marco de la ronda de contactos con los portavoces, no hablaron de política nacional. Después, se ha lanzado a por su partido. Si es importante hablar de los asuntos nacionales por cómo afectan a los madrileños, ha dicho, es «porque le están dando tantas vueltas a lo que está sucediendo que estamos a dos tardes de que Bildu nos llame terroristas. Viendo cómo se ha retorcido el panorama, comprenderá que a mí me preocupa porque todo lo que pasa en Cataluña, todo lo que pasa con los nacionalistas, que no es amor a Cataluña, sino odio al español, lo pagamos desde la Comunidad de Madrid y eso a mí me fastidia».
La dirigente madrileña ha incidido en la «santísima trinidad» que representa Lobato por sus tres cargos en el partido (secretario general de Madrid, portavoz en la Asamblea y ahora senador por designación autonómica), incidiendo en algo que en las filas socialistas no sienta bien, y advirtiendo a Lobato que los madrileños son tratados como «ciudadanos de segunda» en Cataluña cuando van allá a buscar trabajo.
Además, ha criticado que a los madrileños les va a suponer un gasto extra el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso y lo ha sazonado con ironía: «¿Cuánto nos va a costar llevar esto porque imagino que ahora llevarán el aranés, el gallego, a Radio Televisión Española, Televisión Española y el 24 Horas… ¿Cuánto dinero nos va a costar todo esto a los de Madrid?». En esta línea, y aprovechando una pregunta de su propio partido para que presente la próxima edición del festival de la Hispanidad, Ayuso ha reivindicado el valor de este evento que puso en marcha hace ya tres años con la intención de que sirviera como fiesta de lo español: «El español se defiende solo, no hay que defenderlo, se defiende solo, con sus más de mil años de cultura y porque es nuestro mejor pasaporte».
Rifi rafe con Más Madrid
Con la portavoz de la líder de la oposición, Mónica García, se ha vuelto a repetir el rifi rafe. La dirigente de Más Madrid ha reprochado a Ayuso que haya sido la primera en apuntarse a la manifestación del 8 de octubre en Barcelona pero «ni está ni se le espera» con los problemas de los madrileños. García también a lanzado que la dirigente madrileña es la «responsable de que su partido esté aislado y no pueda entenderse con nadie” en la investidura porque España por sus «tesis tóxicas», que en su opinión quedaron rechazadas el 23J.
La presdienta regional, por su parte, ha advertido a García que no insista en decir que su gobierno está verde retrotrayendose también a los resultados electorales, pero del 28M: «Les hemos puesto la cara colorada en las urnas, entre otros motivos porque están representados por la señora de la plancha (en referencia un vídeo en el que Yolanda Díaz salía planchando) que va a ver a un prófugo de la justicia. Relájese que le quedan cuatro años muy duros».
Actos en contra de la amnistía
Por otro lado, la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, a quien Ayuso le ha recordado durante la sesión de control que «ya no podrá bloquear» sus propuestas, ha esbozado, a preguntas de los medios, cierto malestar por que el PP haya decidio hacer un acto de partido en contra de la amnistía, anunciado para el próximo 24 de septiembre, y no encabezar un acto en el que PP y Vox pudieran ir de la mano.
«No podemos estar en temas de partidos, la situación de España es gravísima. Nosotros hemos invitado siempre al PP a nuestras manifestaciones, sin ningún problema, y nosotros no hemos tenido un problema con la foto de colón, el problema lo tienen otros», ha señalado la dirigente ultra indicando, que sí ha revelado que acudirán a la manifestación del 8 de octubre en Barcelona. «Nosotros vamos a estar donde se defienda la igualdad de todos los españoles».