Bryan tiró de la manta como se suele decir en el argot policial. EL ESPAÑOL ha podido saber por fuentes próximas a la investigación que este boliviano, de 29 años, después de ser arrestado este domingo como el supuesto autor del homicidio de Maravillas: «inculpó» al hijo de la fallecida, Alejandro. La muerte de esta mujer se produjo en el transcurso de un robo en su casa de El Palmar y Bryan afirmó a la Policía Nacional que su amigo Alejandro supuestamente estaba en el ajo: «Le acusó diciendo que lo planearon entre los dos para repartirse el dinero que tenía su madre».

El dinero en cuestión era una herencia que había recibido Alejandro de su padre: Juanjo Macanás, un conserje del Teatro Bernal y que en 2019 falleció tras no superar su batalla contra el cáncer. «A principios de este año, entre febrero y marzo, las tres hermanas de Juanjo vendieron una casa donde Alejandro tenía una parte como heredero de su progenitor». La suma que le correspondía oscilaba de 7.000 a 8.000 euros, pero Maravillas se encargó de guardársela a su hijo porque a pesar de que ya tenía 21 años y trabajaba como encargado de un restaurante de Burger King, varios vecinos y allegados definen al adolescente como una persona «ingenua» y «confiada».

La clave de la relación entre Bryan y Alejandro está en el Burger King de Atalayas: ambos se conocieron en un local que la cadena de comida rápida norteamericana tiene en esa zona de ocio de Murcia. Alejandro es muy tímido, pero el roce del trabajo le hizo entablar amistad con su jefe: Bryan. El boliviano era el gerente de ese restaurante y su ‘pana’ español ascendió a encargado tras cubrir muchos turnos de noche. 


El restaurante que Burger King tiene en la zona de ocio de Atalayas en el que estuvieron trabajando los dos detenidos.

Badía

Alejandro es un chico con cara de buen estudiante y en alguna conversación con Bryan, bien en el curro, o bien de cervezas, se fue de la lengua contándole lo de la herencia de su padre y el premio de lotería que había ganado su madre: Maravillas, una antigua empleada de Artemur, una empresa de cortinas y edredones que en 2001 resultó agraciada con 21.990 millones de las antiguas pesetas de El Gordo de Navidad.

«Bryan declaró que Alejandro le decía que su madre tenía 30.000 euros en la casa«, tal y como corroboran fuentes próximas a la investigación del Grupo de Homicidios. Tales afirmaciones del adolescente boliviano han sido claves para que el hijo de la difunta Maravillas también fuese detenido y ambos terminasen ingresando en prisión.

De momento, Bryan es el que tiene peor horizonte judicial, como supuesto autor de la muerte de Maravillas, tras ser interceptado por los vecinos, intentando huir y dejándose por el camino un revólver que fue hallado en el balcón de la casa de los padres de la víctima mortal. Así lo recoge un vídeo al que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL.


Un agente de criminalística, este domingo, tras localizar un revólver que llevaba el presunto asesino de Maravillas.

En las diligencias judiciales existen tres fotogramas del robo que fueron tomados por las cámaras de seguridad que Maravillas instaló en el casoplón de tres plantas, con garaje y terraza, que se construyó en la calle República Argentina después de ganar El Gordo.

La secuencia del conocido como crimen de El Palmar, por la información recabada por EL ESPAÑOL, se inicia entre las tres y las tres y cuarto de la tarde de este domingo, cuando Alejandro se despide de su madre para irse a la tienda que la cadena de videojuegos Game tiene en el Centro Comercial Vega Plaza. Álex se desplazó hasta Molina de Segura con el objetivo de que le «reparasen» su Nintendo Wii.

A las 15.30 horas aproximadamente, Bryan aparca el Seat Arosa de su novia en un vado que hay en el cruce de la calle República Argentina de El Palmar. El dato de estacionar tranquilamente en una zona prohibida -a priori- denota que este boliviano tenía la supuesta intención de entrar y salir rápido de la casa de Maravillas. Lo que está claro para el Grupo de Homicidios es que iba buscando el dinero que tenía la madre de su amigo porque llevaba un revólver y una braga para ocultar su rostro.

La puerta de la casa de Maravillas precintada por la Policía Nacional.


La puerta de la casa de Maravillas precintada por la Policía Nacional.

Badía

«Las cámaras de seguridad que hay en el pasillo de la casa grabaron a Bryan con Maravillas«, según confirman a EL ESPAÑOL fuentes próximas a la investigación policial. «No se sabe si Bryan llevaba las llaves de la casa, si forzó la puerta o si llamó para que Maravillas le abriese porque le conocía por su amistad con Alejandro». Incluso no se descarta que Maravillas se dispusiera a salir a la calle y sorprendiera a Bryan en el pasillo. La única certeza que existe es que se produjo un forcejeo entre ambos que resultó mortal para esta viuda, de 63 años: Maravillas terminó tumbada bocarriba en las escaleras que hay en el pasillo para acceder a la primera planta.

«A la mujer le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza: había recibido un golpe muy fuerte porque llevaba hundida la frente, por encima del ojo izquierdo, como si la hubiesen golpeado con algún objeto contundente o la hubiesen lanzado contra algo», tal y como detalla otra fuente de total solvencia. En el pasillo de la casa, la Policía Nacional encontró «evidencias» de que se produjo un forcejeo violento entre el ladrón y la mujer, debido a que se cayeron objetos, como un perchero y un cuadro de la pared al que se le rompieron los cristales.

Tales golpes pusieron en alerta a Encarnación, la hermana de Maravillas, y a sus padres, Pepe y Lola: un matrimonio de octogenarios que reside en una casa en planta baja, pegada al casoplón de tres plantas que tiene su hija y que cuenta con una puerta habilitada en el garaje que conecta por el interior ambos inmuebles. «La mujer llamó a su hermana para ver qué estaba pasando y no le respondió. Entonces, telefoneó a su sobrino Alejandro que estaba en la tienda de videojuegos de Molina de Segura y le dijo que habían escuchado ruidos en la casa de su madre».

La casa de tres plantas en la que residía Maravillas en la pedanía murciana de El Palmar.


La casa de tres plantas en la que residía Maravillas en la pedanía murciana de El Palmar.

Badía

El chaval tenía turno de trabajo en el restaurante que tiene Burger King en El Esparragal, pero decidió regresar a El Palmar porque supuestamente tampoco pudo contactar con Maravillas. «Encarnación intentó entrar a la casa de su hermana por la puerta interior del garaje, pero estaba cerrada». De modo que pidió ayuda al 112. Eran las 16.15 horas, cuando Bryan se sintió acorralado: su ‘visión de túnel’ le impidió pensar con claridad y en vez de huir corriendo por la puerta principal, subió las tres plantas de la casa y se escondió en la terraza. Una vez allí, saltó al vacío desde diez metros de altura, cayendo sobre la azotea de la vivienda de Pepe y Ana: los padres de Maravillas.

Prueba de ello es que el estruendo provocó que Pepe subiese a la azotea y empezase a forcejear con Bryan, mientras pedía auxilio a los vecinos de la calle República Argentina y a los clientes del Puro Café. Bryan iba cojeando, debido a que se fracturó sus tobillos, de modo que varias personas le interceptaron a la salida de la casa de los padres de Maravillas y un policía local fuera de servicio le cacheó, detectando que llevaba encima unos 500 euros.

Esta suma de dinero en metálico provocó que el agente de paisano le mantuviese retenido hasta la llegada de la Policía Nacional, sin dar credibilidad a la versión de película que ofreció Bryan para calmar los ánimos de los vecinos. Este boliviano narró que había quedado con Alejandro, lo había llamado por teléfono y cuando aparcó, se encontró a dos moros en la puerta de la casa de su madre, peleándose con Maravillas y se puso a prestarle auxilio. Durante el forcejeo subieron hasta la tercera planta y los ladrones le tiraron desde la terraza al balcón.

Una mentira de principio a fin, pero que Alejandro dio por buena cuando apareció por la calle República Argentina y vio a Bryan retenido. De hecho, los testigos del robo afirmaron a la Policía Nacional que lo primero que hizo fue pedir a los vecinos que lo soltasen: «Es mi amigo, es mi jefe, dejarlo que no ha hecho nada«. Tales palabras se convertirían en una losa para el hijo de Maravillas porque fue detenido después de que unos agentes se llevasen a Bryan, tras encontrar el cadáver de Maravillas en las escaleras de su casa y un revólver en la azotea de la vivienda de sus padres.

Alejandro S. M., de 25 años, hijo de la difunta Maravillas, tras ser detenido por la Policía Nacional.


Alejandro S. M., de 25 años, hijo de la difunta Maravillas, tras ser detenido por la Policía Nacional.

El Grupo de Homicidios decidió separar a los dos detenidos para presionarles y que confesaran su supuesto rol en este robo frustrado que se convirtió en el crimen de El Palmar. Alejandro fue conducido a los calabozos de la Comisaría del Barrio del Carmen y en todo momento se acogió a su derecho a no declarar. Bryan permaneció detenido en una celda de la Jefatura Superior de la Plaza Ceballos y cantó como un tenor: inculpando a su amigo.

Una fuente próxima a la investigación explica que este boliviano -con antecedentes por conducir ebrio- soltó afirmaciones del tipo: «Los dos estábamos de acuerdo con el robo: lo habíamos organizado Alejandro y yo». «Me decía que su madre tenía 30.000 euros en la casa». «Alejandro me dijo que su madre tenía el dinero de una herencia y nos lo íbamos a repartir».

Este miércoles, ambos veinteañeros fueron puestos a disposición judicial y Bryan se acogió a su derecho a no responder a las preguntas del juez. Alejandro sí prestó declaración, después de que dos de sus tías contratasen al conocido penalista Evaristo Llanos porque creen que su sobrino es inocente y no colaboró con su amigo en la elaboración de ningún plan para robar a su propia madre. EL ESPAÑOL ha podido saber que Álex negó la versión ofrecida por Bryan ante la Policía Nacional.

«No es verdad» y «eso es mentira». Estas fueron algunas de las expresiones que más repitió Alejandro en sede judicial, donde volvió a ver a Bryan, sentado en una silla de ruedas, por las lesiones que sufrió al saltar desde la terraza de la casa de su madre, para intentar huir, después de ver frustrado un robo que acabó de forma luctuosa.

Alejandro también insistió en que solo pidió a los vecinos que liberasen a Bryan porque se creyó la versión que ofreció su amigo de que había entrado a casa de su madre a prestarle auxilio, ante la presencia de unos ladrones, debido a que aquel domingo su tía, Encarnación, le había estado alertando de que no localizaban a Maravillas- De hecho, Álex regresó desde la tienda de videojuegos a El Palmar, para comprobar que su madre estaba bien.

Bryan R., de 29 años, en silla de ruedas, custodiado por unos policías nacionales.


Bryan R., de 29 años, en silla de ruedas, custodiado por unos policías nacionales.

Cedida

 

La confesión del supuesto plan del robo que realizó Bryan R. en la Jefatura Superior de Policía, unido al hecho de que Alejandro S. M. no llevaba encima las llaves de su propia casa, cuando regresó este domingo a El Palmar para buscar a su madre, tuvieron más peso para el juez que ordenó el ingreso en prisión de ambos. Están investigados por robo con violencia, tenencia ilícita de armas y homicidio o asesinato. 

Evaristo Llanos, el abogado que los familiares de la difunta Maravillas han contratado para defender a su hijo, Alejandro, no ha querido realizar manifestaciones sobre la causa judicial. El letrado tan solo ha avanzado que «hemos solicitado todas las pruebas oportunas para demostrar la inocencia de mi cliente«.

Llanos ha pedido que presten declaración los abuelos, Pepe y Ana, y su tía Encarnación, para corroborar la versión ofrecida por Alejandro de que no suele llevar encima las llaves de su casa y que el domingo estaba en la tienda Game del Centro Comercial Vega Plaza de Molina de Segura.

También citará al personal de ese establecimiento para verificar el relato del investigado. Además, Alejandro ha autorizado un volcado de su teléfono móvil para demostrar que no colaboró con Bryan en el diseño de ningún plan para robar a su propia madre.