Fitch Ratings ha revisado a la baja su previsión de crecimiento mundial para 2024 en 0,2 puntos porcentuales, hasta el 1,9%, con «revisiones generalizadas a la baja», a medida que «la caída cada vez más profunda del mercado inmobiliario de China está ensombreciendo las perspectivas de crecimiento global, justo cuando el ajuste monetario pesa cada vez más sobre las perspectivas de demanda en EEUU y Europa».

La agencia ha recortado la previsión de crecimiento para el próximo año de EEUU en 0,2 puntos porcentuales, hasta el 0,3%, la de la eurozona en 0,3 puntos porcentuales, hasta el 1,1%, y tanto la de China como la de los mercados emergentes, excepto China, dos décimas, hasta el 4,6% y el 3,0%, respectivamente.

«La estabilización anteriormente esperada en el mercado inmobiliario de China no se ha materializado y las nuevas ventas podrían caer una quinta parte este año. La vivienda representa un tercio de la inversión y el 12% del PIB chino y tiene fuertes impactos multiplicadores en la economía en general. La flexibilización de las políticas ha sido decepcionante hasta la fecha y la demanda de exportaciones está cayendo», explica.

De forma paralela, ha aumentado su previsión de crecimiento mundial en 2023 en 0,1 puntos porcentuales, hasta el 2,5%, lo que refleja «una sorprendente resiliencia en lo que va del año en EEUU, Japón y los mercados emergentes, excluida China».

Para el presente curso, Fitch ha aumentado el crecimiento esperado de EEUU en 0,8 puntos porcentuales hasta el 2,0%, el de Japón en 0,7 puntos porcentuales hasta el 2,0% y el de los mercados emergentes sin China en 0,5 puntos porcentuales hasta el 3,4%.

«Esto ha más que compensado un recorte de 0,8 puntos porcentuales en China –hasta el 4,8%– y un recorte de 0,2 puntos porcentuales en la eurozona, hasta el 0,6%. Se espera que el diferencial entre el crecimiento en los mercados emergentes sin China y las economías desarrolladas avance hacia normas históricas este año, lo que refleja en parte el momento más temprano del ciclo de ajuste de la política monetaria en los mercados emergentes», agrega.

Además, señala que «la recuperación de la eurozona se ha estancado a raíz del shock energético y ahora enfrenta nuevos desafíos externos derivados de la desaceleración del comercio mundial y de China», por lo que la firma espera ahora «que la economía alemana se contraiga un 0,4% este año», mientras que «el endurecimiento de la política del BCE está pesando sobre el crecimiento del crédito».

En lo relativo a EEUU, destaca que las «mejores noticias sobre desinflación significan que la Reserva Federal está ahora cerca de alcanzar un máximo en las tasas» y espera «solo una subida más de 25 puntos básicos hasta el 5,75%».

«El BCE también enfrenta el desafío de una inflación subyacente persistentemente alta y no se dejará disuadir de seguir subiendo las tasas por un debilitamiento de las perspectivas económicas. Ahora se espera que el Banco de Inglaterra mantenga las tasas altas por más tiempo, ya que la inflación salarial se mantiene alta a pesar del débil crecimiento», concluye.