Con la reciente incorporación de dos buques patrulleros ex-Cyclone, la Armada de Filipinas optimiza sus operaciones de patrulla litoral, reforzando la salvaguarda de su jurisdicción marítima.

Mejoras en las Capacidades de Patrulla Litoral Filipina

El fortalecimiento naval filipino se manifiesta con la inclusión de los buques BRP Valentin Diaz (PS-177) y BRP Ladislao Diwa (PS-178), antiguamente pertenecientes a la clase Cyclone de la Armada estadounidense. Esta adquisición, formalizada en la Estación Naval José Andrada en Manila, contribuye esencialmente al monitoreo y defensa de la zona económica exclusiva filipina, que se extiende por 200 millas náuticas.

El secretario de Defensa, Gilberto Teodoro Jr., enfatizó que estos buques son fundamentales para proteger los derechos soberanos de Filipinas, especialmente en aguas de poca profundidad, reforzando así su capacidad de combate litoral.

Cabe destacar la elección de los nombres de estos buques, que homenajean a figuras patrióticas del Katipunan y la resistencia contra el dominio español en 1896.

Colaboración Estratégica con Estados Unidos

La cooperación con Estados Unidos fue enfatizada por el secretario Teodoro, quien resaltó el mutuo compromiso con un orden internacional basado en normativas y el estricto respeto al derecho marítimo.

Por otro lado, la Embajadora estadounidense en Manila, Marykay Carlson, reconoció la trascendencia de estos buques tanto para Filipinas como para el panorama del Indo-Pacífico, alabando la postura filipina ante los desafíos del mar de Filipinas Occidental.

Estos buques patrulleros se incluyen en el programa de Exceso de Artículos de Defensa de EE. UU., habiendo sido trasladados a Filipinas desde Bahrein en mayo.

Especificaciones y Capacidades Operativas

El vicealmirante Toribio Adaci Jr. y el capitán Benjo Negranza coinciden en destacar las virtudes tácticas de estos patrulleros de la clase Álvarez, subrayando su rapidez y confiabilidad para operaciones litorales.

Con un desplazamiento de 328,5 toneladas largas, estas embarcaciones, que alcanzan velocidades de 32 a 35 nudos y tienen un alcance de 2.000 a 2.500 millas náuticas, están equipadas con cañones automáticos de 25 mm y ametralladoras de alto calibre.

Además de fortalecer la defensa de Filipinas, representan un símbolo de la relación bilateral con Estados Unidos, promoviendo la seguridad marítima y respaldando el equilibrio en el Indo-Pacífico.