«Todo es mentira». Son las únicas declaraciones que realizó F.C.M.F., el hombre de 68 años denunciado por violar presuntamente a decenas de menores durante la década de 1980, cuando trabajaba como monitor en la Fundación Nazaret de Palma, ayer a la salida de los juzgados de Vía Alemania en Palma, donde poco antes había comparecido por la denuncia presentada por uno de ellos. En su deposición judicial F.C.M.F. negó las acusaciones, aunque admitió que solía llevarse a menores de excursión, con la autorización del Patronato y la dirección, de igual manera que le permitieron que usara a los chicos para trabajar en la construcción de su casa en Son Sardina. Se abre ahora el plazo de presentación de pruebas, tras lo que el juzgado decidirá si admite a trámite la denuncia.
F.C.M.F. acudió ayer por la mañana a un juzgado de Vía Alemania, en Palma, que le había citado para declarar por la denuncia presentada por Toni Estela, que le acusa de violarle numerosas veces durante la década de los años 80, cuando era un niño y estaba ingresado en el centro de la Fundación Nazaret, donde el denunciado trabajaba como monitor. Varias personas más, también menores internos en esa época, han corroborado las acusaciones, si bien por ahora no han presentado denuncias formales. Apuntan a que podría haber una treintena de víctimas, niños que sufrieron agresiones sexuales por parte del monitor, que entonces tenía entre veinte y treinta años.
F.C.M.F., declaró ayer por la mañana en presencia de su abogado, Enrique Haro, y del letrado Francisco Fernández Ochoa, que representa al denunciante. El hombre negó haber abusado sexualmente de los niños que cuidaba, si bien admitió que los fines de semana solía llevar a alguno de ellos de excursión en su furgoneta. Añadió que estas excursiones eran conocidas y estaban autorizadas, tanto por la dirección del centro como por el patronato de la Fundación Nazaret.
De igual manera manifestó que tenía la autorización de la dirección y del patronato para que alguno de estos menores le ayudaran en las obras de la casa que se construyó en Son Sardina.
Los denunciantes han manifestado que sufrieron las agresiones sexuales tanto en la habitación de la que disponía le monitor en el centro Nazaret como en el transcurso de estas excursiones, así como en la casa de Son Sardina, donde durante años instaló un centro de acogida de menores que denominó Ca Meva.
El hombre fue cuestionado también por el vídeo que le grabó Toni Estela el año pasado, en el que le pedía perdón por el daño que le podía haber causado cuando era niño. Tras la declaración del denunciado, el juzgado ha abierto la fase de recopilación de pruebas, para decidir si se admite o no a trámite la denuncia.