El ministro Yitzhak Wasserlauf describió las recientes manifestaciones en su contra y el incidente que le conmocionó durante una de ellas.
“El sábado pasado me quedé conmocionado. Mi hijo pequeño estaba en la ventana del primer piso de mi casa, mientras los vecinos protestaban a solo diez metros. Le miraron a los ojos y le dijeron: ‘Tu padre es un terrorista’. Luego gritaron todos juntos: ‘Wasserlauf es un terrorista’. Los niños lo oyeron todo y me impactó”, declaró Wasserlauf a Radio Galai Israel.
Wasserlauf continuó: “No me debilitarán. No harán daño a mi familia y me quedaré aquí, porque ellos no decidirán dónde vivirá un judío en Israel”.
A la pregunta del entrevistador de si se trata de vecinos del barrio, Wasserlauf respondió: “Son gente del barrio. ¿Quieren manifestarse contra mí? No hay problema, hay procedimientos legales sobre cómo manifestarse”.
“Si creen que podrán doblegarme de forma inmoral, afirmando que esa es la esencia de la democracia, mientras hacen daño a mis hijos, a mi familia, a mi sinagoga; siguiéndome y colocándose en las ventanas de la sinagoga con tambores y trompetas para que no pudiéramos rezar. Les pregunto si se atreverían a hacer algo así en una mezquita o en una iglesia, en nombre de la misma democracia y liberalismo”, concluyó.