El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto elegir este miércoles a su candidata para presidir el consejo del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), el área de la autoridad monetaria que se ocupa de controlar a los 109 mayores bancos de 21 de los 27 países de la UE. La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, tiene el mejor perfil para sustituir a partir de enero al italiano Andrea Enria, según proclamó de forma unánime en julio el Parlamento Europeo. Pero su homóloga del banco central alemán, Claudia Buch, parece tener más opciones en virtud de los equilibrios que hacen los Estados miembros para repartirse el poder en las instituciones comunitarias. Distintas fuentes apuntan, además, que es la preferida de la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Como consecuencia de la Gran Crisis Financiera, los países de la zona euro acordaron crear la Unión Bancaria en 2012 para tratar de despejar las dudas de los inversores sobre la situación real de la banca de la UE. En 2014, así, echaron a andar tanto el MUS, que se ocupa de la supervisión preventiva de las grandes entidades europeas, como el Mecanismo Único de Resolución (MUR), encargado de gestionar la caída de los bancos en problemas (como el Popular en 2017, su primera intervención). El MUS está integrado en el BCE, aunque oficialmente separado del área de política monetaria para evitar conflictos de interés. Una muestra de su importancia es que fue la institución que impulsó la prohibición tácita de que los bancos pagaran dividendos durante lo peor de la crisis del covid en 2020.
Delgado (Madrid, 1963) tiene un perfil idóneo para dirigirlo. Licenciada en económicas y empresariales por la Universidad Complutense, comenzó su carrera como profesora asociada en dicho centro y en el área financiera de Campsa (hoy Repsol). En 1989, se incorporó al Banco de España, donde fue ascendiendo en el escalafón de la supervisión bancaria, hasta llegar a ser la responsable máxima de vigilar a las entonces problemáticas cajas de ahorro. En 2014, durante la puesta en marcha de la Unión Bancaria, fue elegida para ocupar una de las seis direcciones generales adjuntas del MUS, concretamente la que se ocupaba de las 35 entidades más grandes y complejas.
Supervisora o académica
De esa forma, se convirtió en la segunda española con un puesto técnico más elevado en el nuevo organismo de supervisión europea, solo por detrás de su último jefe en el Banco de España, Ramón Quintana, quien fue elegido para una de las direcciones generales. En 2018, regresó a Madrid y subió un nuevo escalón, al ser nombrada subgobernadora para complementar con su experiencia supervisora el perfil del recién nombrado gobernador, Pablo Hernández de Cos, uno de los economistas más prestigiosos del país como responsable del servicio de estudios de la institución. En virtud de su cargo, Delgado lleva desde entonces ocupando el puesto que le corresponde a España en el consejo del MUS, con lo que aúna una experiencia doble, tanto técnica como de gobierno y tanto en el Banco de España como en el BCE.
Frente a ello, la alemana Buch (Paderborn, 1966), a quien la prensa alemana da como favorita del consejo del BCE, tiene un perfil de economista teórica y escasa experiencia supervisora. Tras estudiar económicas en la Universidad de Bonn y un máster en dirección de empresas en la Universidad de Wisconsin, ocupó puestos académicos en distintas instituciones de su país entre 1991 y 2014, que en sus últimos años le llevaron a asesorar a su Gobierno como experta. A raíz de ello, en 2014 fue nombrada vicepresidenta de su banco central, el Bundesbank. Sin embargo, y de forma significativa, sus competencias se centraron en las estadísticas y la auditoría interna hasta el pasado abril, cuando pasó a ocuparse de estabilidad financiera y supervisión bancaria como paso previo a presentar su candidatura a dirigir el MUS.
Opinión ignorada
La evidente mayor experiencia supervisora de Delgado llevó a los portavoces de la comisión de economía del Parlamento Europeo a recomendar su nombramiento a mediados de julio, tras escuchar a puerta cerrada a las dos candidatas preseleccionadas por el BCE. Así se lo hicieron saber por carta a Lagarde a finales de aquel mes. Y de ahí vienen las sospechas sobre la francesa: varios parlamentarios le acusaron la semana pasada en ‘Bloomberg’ de no haber compartido la misiva con los otros miembros del consejo de gobierno del banco central que deben elegir este miércoles a su candidata para el MUS.
«Al Parlamento no le gusta que se ignore su opinión oficial. Insistimos en que la opinión que expresamos sea tomada en consideración y tratada con respeto», declaró Eva Poptcheva, eurodiputada hispano-búlgara de Ciudadanos y vicepresidenta de la comisión. Si el BCE finalmente propone a Buch, el apoyo previo del Parlamento a Delgado puede ser potencialmente clave y provocar un inédito conflicto entre ambas instituciones. Los eurodiputados deben votar en una sesión de puertas abiertas el 20 de septiembre la propuesta del banco central y su aprobación es un paso previo imprescindible a que el Consejo adopte la decisión final por mayoría cualificada el 16 de octubre.
Especulaciones y equilibrios
Sobre la supuesta preferencia de Lagarde por Buch hay todo tipo de teorías en el mundo supervisor y bancario, pero ninguna certeza. Hay quien lo vincula al deseo de la francesa de ganarse el apoyo de Alemania para sustituir a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea el año que viene. Hay quien afirma que es un paso estratégico para evitar que el próximo presidente del BCE sea alemán por primera vez (lo cual no tiene mucho sentido, ya que ya coincidieron dos nacionales del mismo país en la presidencia del BCE y el MUS: los italianos Mario Draghi y Andrea Enria). Y hay quien asegura que Lagarde prefiere a Buch para tener un mayor control sobre el MUS. Pero son básicamente las especulaciones típicas en este tipo de procesos.
Lo que sí es cierto es que el hecho de que la vicepresidenta Nadia Calviño se haya postulado para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI) a partir de enero, un proceso paralelo al del MUS, ha restado opciones a Delgado, ya que no es nada habitual que dos personas del mismo país sean elegidas para dos puestos relevantes europeos de forma casi simultánea. Además, ya hay dos españoles en cargos relevantes de la estructura bancaria europea: Luis de Guindos (vicepresidente del BCE) y José Manuel Campa (Autoridad Bancaria Europea). Y Alemania -primera economía de la zona euro- ha perdido dos puestos importantes en los últimos meses (las presidencias del MUR y el Mecanismo Europeo de Estabilidad) y está a punto de ceder otro (el propio BEI).