La negociación de una posible amnistía para los políticos independentistas catalanes encausados por el ‘procés’, como contrapartida para que la investidura de Pedro Sánchez salga adelante en el Congreso de los Diputados, está elevando la tensión al límite en la política española y envenenando el debate político en un escenario incierto, sin saber si habrá o no Gobierno o si los españoles tendrán que acudir de nuevo a las urnas.

Ocurre a dos semanas de que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se presente a una investidura que su propio partido asume ya que será fallida y horas después de que el independentismo pinchara en la celebración de la Diada en Cataluña, con la asistencia menos multitudinaria desde 2012, pero con los líderes de ERC y Junts elevando ante el PSOE el listón de sus reclamaciones.

Los socialistas siguen guardando silencio sobre los términos de su negociación aunque tratan de reconducir las exigencias de las fuerzas catalanas, que aún deben bajarse de posiciones de máximos para que tengan encaje en la Constitución, advierten. Recuerdan que el movimiento independentista está “desinflado” en las calles y en las urnas. Desde la Generalitat consideran que la arimética parlamentaria, los votos de ERC (7) y Junts (7) son imprescindibles en la investidura, les brinda “un momento histórico” y animan a Pedro Sánchez «a perder el miedo y mover ficha», precisamente, para atender una «ley de amnistía y avanzar en el derecho a decidir».

El PP se lanza a la calle

El llamamiento del expresidente José María Aznar a decir «¡Basta ya!», como en las protestas contra ETA, instando a la sociedad a “plantar cara” contra lo que considera un movimiento de “disolución de la Constitución” ha elevado varios grados la temperatura del debate político. El Gobierno ha reaccionado advirtiendo de que Aznar tiene “un comportamiento antidemocrático y golpista”. El PP ha tachado de “perversión moral” que se llame “golpista a un demócrata víctima del terrorismo”, en defensa del expresidente del Gobierno y de sus palabras en un foro de la fundación FAES. Y la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha confirmado su asistencia a la manifestación convocada en Barcelona el 8 de octubre por Societat Civil Catalana contra la amnistía y la autodeterminación bajo el lema ‘No en mi nombre’.

El partido de Feijóo sigue armando su ofensiva contra una amnistía a los políticos catalanes que participaron en la declaración unilateral de independencia de Cataluña en octubre de 2017. El PP desplegará su poder en el Senado, donde tiene mayoría absoluta y pedirá que se constituya la Comisión General de Comunidades Autónomas, para que los presidentes autonómicos se expresen, dijo Feijóo, “sobre las pretensiones de Pedro Sánchez contra el independentismo”. La cruzada de un presidente del PP que ya da por perdida su investidura, porque de momento no le dan los números, se destina a erosionar las negociaciones abiertas por el PSOE y Sumar con el independentismo.

Aznar eleva el listón

Si alguien ha logrado incendiar el debate entorno a la formación de un Gobierno en España fue Aznar. El expresidente del Gobierno ha advertido de que cualquier negociación de una amnistía “convierte en legítima una gravísima intentona sediciosa contra la integridad constitucional» y supondría, además, «una invitación a volver a hacerlo». Al inaugurar un campus de la fundación FAES, que él preside, ha considerado que la negociación del PSOE con Junts supone “la entrega del socialismo al secesionismo a cambio de mantener el poder” y “marca el punto de no retorno hacia la destrucción de la Constitución”. “No será la primera vez que la fortaleza de la sociedad española se pone a prueba. La involución, el terrorismo y la sedición han querido frustrar nuestra voluntad de convivir. Pues bien, hay que decir de nuevo: ¡Basta ya!», enfatizó.

La llamada del expresidente del PP revolvió a un Gobierno en funciones que tildó a Aznar de “golpista” y cargó con dureza contra el exlíder popular. Según la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguezestas declaraciones muestran que Aznar entra de lleno en un terreno “golpista”, destinado a derrocar al Gobierno de forma antidemocrática como ocurrió en 1936, desde un “planteamiento antidemocrático”. “¿Qué será lo siguiente? ¿La llamada a un alzamiento? Espero una corrección inmediata”, concluyó la portavoz del Gobierno, que reclamó a Feijóo que corrija las palabras de Aznar y le pida una rectificación.

El Gobierno evitaba con esta andanada dar detalles de los términos de las conversaciones que se mantienen con Junts y ERC, y de los asuntos que son objeto de negociación. Fuentes del Gobierno vienen admitiendo que la posibilidad de una fórmula de amnistía está estudiándose, sin saltar el marco de la Constitución, pero no exponen en qué consistiría exactamente. Sí que descarta, también lo ha rechazado Sumar, que pueda darse esa reforma legal de forma previa a que Junts preste sus votos en una investidura a Pedro Sánchez, dejando claro que solo se podría desarrollar después de que haya Gobierno. Desde las filas socialistas tratan de enfriar o serenar el debate mientras ocurre todo lo contrario, cada vez se incendia más.

Lejos de rectificar o matizar al expresidente, el PP salió con toda su artillería a defender a Aznar. Es más, Feijóo equiparó los ataques al expresidente popular con las críticas recibidas por el socialista Felipe González, que también ha cargado contra una posible amnistía para los independentistas. “El mismo Gobierno que antes de perder las elecciones tachaba la amnistía de inadmisible, ahora la negocia con independentistas mientras insulta a los expresidentes que se rebelan por esto. Lo hicieron con González y ahora con Aznar. España no callará ante su inmoralidad”, replicó Feijóo. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, habló de “perversión moral” por parte del Ejecutivo en funciones. “Un Gobierno que llama golpista a un demócrata víctima del terrorismo y agasaja a prófugos como Puigdemont demuestra la perversión moral de Sánchez y su gobierno”, ha dicho Gamarra en redes sociales.

El PP habló con Junts

Lo que sí confirmó el PP, pese a sus andanadas contra las negociaciones del PSOE y el partido de Carles Puigdemont, es que en las últimas semanas “ha habido contactos” con Junts porque “han querido hablar con nosotros”. Así lo explicó en una entrevista en Telecinco Feijóo tras semanas de ruido en torno a las conversaciones que el PP podría tener con los independentistas. «Hemos escuchado sus planteamientos y cuando los conocimos de forma explícita (en referencia a la comparecencia de Puigdemont en la que confirmó que mantiene la vía de la unilateralidad y que exige amnistía), respondimos en una rueda de prensa, en directo, que así no”. se produjeron antes de la constitución de la Mesa del Congreso y no en el marco de la negociación de investidura de estas últimas semanas. «No hay interlocutor del PP nacional. Junts mandó mensajes a través de terceras personas que no son de la dirección», explicaron.