Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la migraña afecta a un 12-13% de la población, es decir, más de cinco millones de españoles.

De hecho, es la primera causa de discapacidad en menores de 50 años. Y entre el 2% y el 3% tiene además migraña crónica, lo que significa que sufren dolor de cabeza al menos quince días al mes.

Los principales problemas a los que se enfrentan los pacientes es el diagnóstico tardío (de media se tarda dos años) y la falta de eficacia de los tratamientos.

Sin embargo, la innovación farmacológica ha abierto una ventana de posibilidades a las personas que padecen este tipo de cefalea (dolor de cabeza recurrente con síntomas como náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz), que se ha convertido en la enfermedad neurológica más prevalente en nuestro país. 

En España ya está disponible la primera terapia biológica contra la migraña. Se trata de cuatro fármacos aprobados desde 2019 que bloquean el CGRP, que es una proteína que está implicada en los procesos de dolor y vasodilatación y asociados a la jaqueca.

Día internacional de la Migraña: los anticuerpos monoclonales son la nueva terapia contra esta enfermedad neurológica Archivo


Medicamentos biológicos: «lo último» contra la migraña

Según explica a ‘Guías de Salud’ el doctor Pablo Irimia, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra y coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), ya se ha incoporado al Sistema Nacional de Salud un arsenal terapéutico que presenta una gran ventaja frente a los tratamientos tradicionales.

Los principios activos son los siguientes:

  • Erenumab
  • Galcanezumab
  • Fremanezumab
  • Eptinezumab

Los medicamentos que bloquean la proteína CGPR, asociada a la migraña, tienen una gran tolerabilidad

Doctor Pablo Irimia – Neurólogo

Estos anticuerpos monoclonales, que pertenecen a una nueva familia de medicamentos antimigrañosos, «son específicos para esta enfermedad» y «con una gran tolerabilidad».

  • «Su eficacia es superior a los medicamentos que teníamos hasta ahora para prevenir la aparición de la migraña. Pero lo más importante es que se toleran muy bien. Con los tratamientos tradicionales, la experiencia ha demostrado que muchos pacientes tenían que suspenderlos por los efectos secundarios«.

Hablamos de unos fármacos que están financiados por la Seguridad Social y que solo se prescriben «a personas que tienen más de cuatro días de migraña al mes y que, por tanto, necesitan un tratamiento preventivo para reducir el número de días de dolor y la intensidad de los episodios».

  • Eso sí, para acceder a estos medicamentos innovadores «los pacientes deben haber fallado en al menos tres fármacos preventivos con anterioridad«. Se administran cada cuatro semanas de forma subcutánea, que incluso se puede inyectar el propio paciente en casa, y se dispensan en el Servicio de Farmacia.

Cuando ningún tratamiento funciona contra la migraña

No obstante, hay un porcentaje de pacientes que «no responden» a ninguno de los medicamentos disponibles en nuestro país para prevenir y tratar la migraña. Son personas resistentes a los tratamientos tradicionales, también a los monoclonales. Pero ya «hay líneas de investigación potenciales para poder disponer en el futuro de nuevas alternativas terapéuticas».

  • «Las personas con esta patología neurológica tienen que saber que, por suerte, la investigación sobre la migraña está creciendo, y esperamos contar en los próximos años con más fármacos específicos, tanto preventivos como para las crisis de dolor».

La migraña es más que un simple dolor de cabeza: es de gran intensidad e incapacitante

Doctor Pablo Irimia – Neurólogo

Y es que, este tipo de pacientes con migraña crónica y sin ningún tipo de fármaco que trate los síntomas de esta enfermedad, se enfrenta a «una discapacidad».

  • «No pueden trabajar ni participar en reuniones familiares, ni de ocio, debido al dolor que produce la migraña. Y la sensibilidad a la luz y al ruido que provoca, les obliga a aislarse y estar en cama hasta que desaparecen los síntomas».
  • «Es muy complicado llevar una vida normal con un dolor que a uno le acompaña cada día y, además, de una gran intensidad. La migraña es más que un simple dolor de cabeza que podemos tener cuando estamos cansados. Son dolores de gran intensidad, muy incapacitantes, que hacen que la persona se tenga que acostar».

El estrés, la tensión o la angustia son factores ambientales que pueden desencadenar o empeorar un episodio de migraña. FREEPIK


Lo que está por venir: gepantes y ditanes

Estamos a la espera de la llegada de nuevos medicamentos «muy prometedores» para el tratamiento sintomático de la migraña. Son los conocidos como gepantes (rimegepant, ubrogepant y atogepant) y ditanes (lasmiditan).

Fármacos que, como ocurre con los biológicos, actúan frente a la proteína CGRP (bloqueando el receptor) causante de las crisis, pero en este caso, se toman por vía oral.

Un 70% de los pacientes con migrañas abandonan su tratamiento preventivo por los efectos secundarios

Doctor Pablo Irimia – Neurólogo

No solo aminoran sus síntomas, sino que también sirven como tratamiento preventivo. Y ya están aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), aunque aún no se pueden prescribir en el territorio español.

  • La principal ventaja que presentan es que estos sí los pueden tomar aquellas personas con factores de riesgo vascular o enfermedades cardiovasculares (no ocurre con los que se utilizan con más frecuencia, los llamados triptanes).

Hasta ahora, y de acuerdo a un estudio elaborado por la Sociedad Española de Neurología, «un 70% de los pacientes que está tomando un tratamiento preventivo habitual (se suelen utilizar antidepresivos, antiepilépticos o para la hipertensión) son incapaces de continuar el tratamiento al menos los seis meses que se le piden».

Y esto ocurre por dos motivos:

  1. O no son eficaces (no se consigue disminuir el número de crisis o sus síntomas)
  2. O por sus efectos secundarios.

Y esta situación se podría «solucionar» con los nuevos medicamentos que están por venir: más eficaces y con menor coste social, es decir, menos bajas laborales asociadas a las crisis de migraña.