Ha tardado, pero ha llegado. Luis Rubiales ha anunciado su dimisión como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y también como número dos de la UEFA. “Tras la veloz suspensión realizada por la FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver al cargo”, ha señalado. El ex máximo responsable del fútbol español dimite así de todos sus cargos tres semanas después del beso no consentido a la campeona del mundo de fútbol y delantera de la selección española, Jenni Hermoso. “Insistir en quedarme a la espera y aferrarme no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español”, dice en un comunicado publicado este domingo por la noche en redes sociales, en el que asegura que dimite porque “entre otras cosas, hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta”. La decisión la ha compartido minutos antes de lanzar el comunicado, en una entrevista con un periodista británico. “Algunos amigos me han dicho que me tengo que enfocar en mi dignidad y continuar en mi vida”, decía, poniendo fin así a una etapa al frente de la RFEF que comenzó el pasado 17 de mayo de 2018.