Una nueva tragedia golpea a la castigada Libia. Al menos 2.000 personas han muerto y hay más de 1.200 desaparecidos en la ciudad de Derna, en el este de Libia, después del paso de un medicán, un ciclón tropical mediterráneo, que tiene como origen la tormenta Daniel que provocó graves estragos en Grecia.
Según el primer ministro del autoproclamado gobierno del este del país, Osama Hamad, más de 2.000 personas han muerto en Derna. El nivel del agua en la ciudad subió hasta tres metros, tras el derrumbe de dos presas, según el consejo municipal de la urbe portuaria, con una población que ronda los 90.000 habitantes.
«Barrios enteros de Derna han desaparecido, junto con sus residentes arrastrados por el agua», ha declarado Hamad a la cadena de televisión local Al Masar. Las primeras imágenes muestran cómo las riadas se han llevado por delante bloques residenciales en la ciudad mediterránea, encajada entre montañas.
«Algunos expertos afirman que se vertieron en la ciudad más de 30 millones de metros cuadrados cúbicos de agua, y estamos empezando a ver imágenes de barrios enteros destruidos», señaló un periodista a la cadena de televisión qatarí Al Yazira. El medicán ha provocado la pérdida de las comunicaciones con las ciudad. Media Luna Roja ha asegurado haber perdido contacto con sus equipos sobre el terreno en Derna.
Por su parte, la misión de la ONU en Libia ha asegurado «seguir de cerca la emergencia causada por las graves condiciones meteorológicas en la región oriental del país». «Expresamos nuestro más sentido pésame a las familias de quienes han perdido la vida y nuestros pensamientos para todas las personas afectadas», agrega la organización en redes sociales.
La tormenta mediterránea Daniel alcanzó las costas nororientales de Libia durante la mañana del domingo, según el Centro Meteorológico Regional Árabe. Según el pronóstico, la zona mediterránea del este del país se vería afectada por vientos de entre 120-180 kilómetros por hora, acompañados de lluvias muy intensas que alcanzarían los «50-250 mm», además de la aparición de rayos y truenos debido a la inundación de valles, y torrentes, especialmente en zonas de arrecifes, y laderas de montañas.
