Villaviciosa rindió este domingo honores a La Portalina, y lo hizo con la devoción que viene siendo habitual en una de las celebraciones más queridas por los maliayeses. «A las fiestas del Portal no se puede faltar, y mucho menos hoy», aseguraban minutos antes de que la procesión abandonase la iglesia parroquial camino a la plaza del Ayuntamiento, donde una multitud esperaba ya ansiosa por vivir uno de los momentos más especiales, la Danza y el canto de la Salve.

Nadie faltó a la cita. La Banda de Gaitas Villaviciosa-El Gaitero fue la encargada de marcar el ritmo de la procesión, que contó con la participación de los grupos folclóricos Aires de Asturias y Les Xanines de Quintes. Los integrantes de la coral Capilla de la Torre y de la Banda de Música también formaron parte de la numerosa comitiva.

La Portalina descendió de la iglesia casi a la una y media de la tarde arropada por un manto de personas ataviadas con el traje tradicional asturiano. Entre ellas, las alumnas de la escuela-taller de trajes regionales que desde hace casi treinta años dan clase en el Colegio Maliayo. «Cada una hace su propio traje, o para sus familiares. Es un proceso que lleva mucho tiempo, aunque depende de la elaboración que quieras darle a la pieza», explicó Chiti Braga.

En primer término, los dos ramos que salieron en procesión. Detrás, participantes de la comitiva. Alicia García-Ovies


El plazo medio en dar forma a todo un conjunto es «de dos cursos, aunque yo hubo una vez que tarde eso en hacer solo una falda». Braga es una de las alumnas más veteranas de Mari Luz Fernández. Cada curso son una media de cuarenta, «aunque vamos y venimos». «Yo comencé hace muchos años, luego lo dejé un tiempo y acabé volviendo. Es como un vicio», reconoció.

Las alumnas se reúnen cada año para participar en las fiestas del Portal y acompañar a la Virgen en su camino a la plaza del Ayuntamiento. Ese fue el escenario elegido por la Hermandad de Nuestra Señora del Portal de Belén y la Asociación de Amigos de la Danza para hacer dos reconocimientos muy especiales. El primero a Mari Luz Fernández «como agradecimiento a su larga y desinteresada labor de conservación y difusión de nuestras tradiciones desde el año 1954, fecha en la que comenzó a formar parte de esta gran familia de la Danza».

«No me lo esperaba para nada», reconoció emocionada Fernández, quien ha tenido «un año difícil» y para quien este reconocimiento es un impulso para seguir «hasta que el cuerpo aguante».

Un momento del reconocimiento a Mari Luz Fernández. Alicia García-Ovies


El segundo homenaje fue para Manuel Alonso, miembro de la Danza del Portal desde sus primeras ediciones y recientemente fallecido. «Como a todos los que ya nos dejaron, nunca lo olvidaremos», aseguró Miguel González, cronista oficial de Villaviciosa, antes de que se procediese a la entrega de un detalle a su familia por parte de Lumi Fernández, Hermana Mayor de la Hermandad.

La celebración contó con la presencia del alcalde, Alejandro Vega, y de la consejera de Educación, Lydia Espina. «Para los que somos de Villaviciosa este es un día muy especial porque celebramos el día de La Portalina. Sin duda alguna, los que hemos nacido y crecido aquí sabemos lo que significa. Es algo que todos queremos y respetamos. Es muy emocionante poder llegar al Güevu y poder ver la Danza representándonos a todos», afirmó esta última.

Un momento del homenaje a Manuel Alonso, miembro de la Danza del Portal, recientemente fallecido Alicia García-Ovies


Previa a la procesión, como cada año, se llevó a cabo la misa en la iglesia parroquial, que en esta ocasión sirvió además para inaugurar la capilla y el retablo de La Portalina, recientemente restaurados por Carlos Nodal. Los trabajos consistieron en eliminar la carcoma de las piezas de madera, sustituir las más deterioradas y devolverle el lustro original.

La Portalina, durante los actos en la plaza del Ayuntamiento. Alicia García-Ovies