Pueblos enteros reducidos a escombros. Son las imágenes de total desolación que han hallado los bomberos españoles que han iniciado las tareas de búsqueda de supervivientes del terremoto que sacudió Marruecos a última hora del viernes y que se ha cobrado al menos 2.122 vidas y ha dejado más 2.400 heridos, el peor seísmo en 123 años en el país vecino.
“Es una zona muy remota. Nos ha costado hasta 8 horas llegar hasta aquí. No había llegado ningún equipo de rescate y hemos llegado junto a la policía. El nivel de destrucción es absoluto. No ha llegado ninguna vivienda en pie”, relata desde una de las localidad más afectadas del Atlas uno de los catorce miembros españoles de la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras, que con perros adiestrados tratan de hallas cuerpos con vida a contrarreloj.
El primer equipo de la ONG española, una de las primeras misiones extranjeras en iniciar sus trabajos en Marruecos, han firmado las primeras evaluaciones en la zona de Moulay Ibrahim, “donde se han coordinado con las autoridades locales para verificar la situación y solicitar una zona de trabajo”, señala la organización a El Independiente. “En primer lugar se han desplazando a Amizmiz donde todavía se necesitan tareas de búsqueda y rescate de posibles víctimas”, han agregado.
