El rey Mohammed VI estaba en Francia cuando la tierra sacudió este pasado viernes por la noche al suroeste de Marruecos con un terremoto de magnitud 6.8. Desde entonces, el número de muertos provocados por el temblor ha superado los 2.000 y el país está inmerso en una de sus peores tragedias de su historia. Líderes de todo el mundo reaccionaron rápidamente ante la catástrofe, pero, paradójicamente, el monarca marroquí no se pronunció ni apareció hasta la tarde del sábado, más de 18 horas después del temblor.
Mohammed VI ha mantenido un perfil extremadamente bajo, casi invisible, desde que el terremoto revolcó a su país. Sólo ha aparecido en una foto oficial publicada el mismo sábado junto a un comunicado mientras mantenía una reunión de trabajo con distintas autoridades para abordar la situación en su país y anunciar tres días de luto. Ni más ni menos. No ha habido más comunicados, apariciones en televisión o fotografías pese a que la cifra de fallecidos y heridos no cesa de aumentar a medida que transcurren las horas. Tampoco ha visitado ninguna población afectada.
Desde entonces, esa única imagen de la reunión ha salido en bucle en las televisiones marroquíes para mostrar que el rey y su Ejecutivo están al mando de las labores de rescate y restauración. No obstante, su ausencia desde el viernes ha provocado desconcierto e incluso críticas. Una viñeta del medio Monde Afrique muestra al monarca mirando por una ventana en París y a su mayordomo diciéndole que Marruecos ha sufrido un terremoto, a lo que Mohammed VI responde: «No he sentido nada».
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Según Le Parisien, Mohammed VI llegó a París el pasado 1 de septiembre para someterse a tratamientos médicos por la sarcoidosis que sufre. Ya fue operado en la capital francesa en 2018 por la misma enfermedad autoinmune que afecta a órganos vitales. Las autoridades francesas y marroquíes no han confirmado que Mohammed VI estaba en París en el momento del terremoto.
Cabe remarcar que no es una anomalía que el mandatario marroquí estuviera fuera de su país. Viaja con frecuencia, y más a Francia, donde tiene un palacete en el Campo de Marte de la capital, al lado de la Torre Eiffel.
Por su parte, el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, no tuvo ninguna aparición pública hasta este domingo, más de 24 horas después del terremoto. Apareció primero en una reunión extraordinario del Gobierno y después visitó algunas de las poblaciones afectadas por el seísmo.
Recepción selectiva de ayudas
Más allá de lo que se puede considerar como una estrategia de comunicación hermética por parte de la casa real marroquí, también ha llamado la atención que Marruecos no haya aceptado todas las ayudas ofrecidas por distintos países del mundo.
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Sólo las ayudas de España, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos y Qatar han sido recibidas por Marruecos, que también ha agradecido al resto de países sus ofertas, pero no las ha aceptado porque considera que «una falta de coordinación podría ser contraproducente». En otras palabras, las autoridades marroquíes consideran, al menos de manera oficial, que no necesitan tanta ayuda. Sí han precisado que podrían aceptarlas en el futuro «si las necesidades evolucionan».
Países como Francia, históricamente muy cercana a Marruecos, Israel, Estados Unidos o Argelia, quien rompió relaciones con sus vecinos marroquíes en agosto de 2021, han llegado a ofrecer ayuda. El Gobierno argelino ha reabierto su espacio aéreo para Marruecos para facilitar las ayudas y el traslado de heridos a la vez que ha exprezado su solidaridad y condolencias. Sin embargo, en otro sentido, el apoyo de Argelia también ha sido tibio ya que no ha abierto la frontera terrestre.
La colaboración de España con Marruecos ha sido total desde lo sucedido y 56 militares de la Unidad Militar de Emergencia (UME) se han trasladado a Marrakech. Junto a ellos han viajado 14 perros y 41 bomberos españoles.
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