El ‘president’ Pere Aragonès ya piensa en la segunda fase del diálogo, el referéndum, precedido de una amnistía. Su aspiración es agotar la legislatura habiendo cumplido con su promesa de avanzar hacia la independencia, por lo que aguarda el informe de los expertos a los que encargó dibujar un acuerdo de claridad para pactar unas nuevas reglas de juego.

Estamos asistiendo a la negociación de la investidura del presidente del Gobierno. En este contexto, ¿qué es lo que el presidente de la Generalitat espera de los partidos que negocian?

Que se pueda abrir una segunda fase del proceso de negociación con el Estado y que esta sea la legislatura en la que se aborda la resolución del conflicto político entre Cataluña y España; que se pongan los mecanismos para que se pueda resolver y, en definitiva, para que la ciudadanía pueda votar. Hay algunos elementos previos, como acabar con la represión. La amnistía es un paso necesario, pero no suficiente para resolver el conflicto político.

Usted insiste en que esta negociación se haga de forma unitaria, ERC y Junts, pero el ‘expresident’ Carles Puigdemont está siguiendo una estrategia propia. ¿Es un elemento de deslealtad? ¿Han hablado de ello?

Los partidos decidirán cuál es su estrategia negociadora de cara a la investidura y, por lo tanto, Junts tomará su decisión. Me gustaría diferenciar lo que es la negociación de una investidura, que es entre partidos, del hecho de que, si esta acaba ofreciendo la posibilidad de abordar la resolución del conflicto, entonces aquí ya tenemos que estar todos: los que formen parte de un posible acuerdo de investidura, pero también gente que no, porque el conflicto político es entre Cataluña y el Estado, no es entre un partido, sea ERC o Junts, o los dos, y el PSOE. Si no, no habrá solución. Así de claro.

¿Fue un error por parte de Esquerra, hace cuatro años, ir sola a esa negociación?

Siempre hemos querido ir acompañados.

La mesa de diálogo, ¿se debería reformar para que pudiera sentarse también en ella Puigdemont? 

Si vamos a abordar la naturaleza del conflicto político y, por lo tanto, vamos a las causas de fondo, cuantos más seamos, mejor. Si la parte catalana tiene que representar a más espacios políticos, y coincidimos en los objetivos, nosotros estaremos abiertos a que pueda haber una representación mayor. Evidentemente, tendrá que ser una parte que actúe como un todo y definiendo una estrategia de negociación absolutamente compartida.

Si la mesa de diálogo tiene que representar a más espacios políticos, y coincidimos en los objetivos, estamos abiertos a que pueda haber una representación mayor




No se aceptó la delegación de Junts porque se propusieron dirigentes que no estaban en el Govern.

Es importante que en la resolución del conflicto las dos partes representen al máximo a las sociedades que representen, valga la redundancia. O bien son representativas porque hay una amplia mayoría política o lo es por las instituciones. Y quien negocia en nombre de Cataluña cualquier cuestión que afecte al estatus político de Cataluña, es su Govern. Pero es evidente que cuanto más acompañado, mejor. Hay que abrir una segunda fase del proceso de negociación y tiene que ser con normas adaptadas a esta etapa.

El president Pere Aragonès, en su despacho. MANU MITRU


¿La amnistía tiene que estar aprobada antes de la investidura de Sánchez?

Mi deseo es que cuanto antes, mejor, para generar las condiciones de confianza y para abordar cómo resolvemos el conflicto. Hay una mayoría de Cataluña que quiere votar si tiene que continuar formando parte del Estado o no.

Hay que abrir una segunda fase del proceso de negociación y tiene que ser con normas adaptadas a esta etapa


decoration

La amnistía implica un compromiso de las dos partes. ¿Qué compromiso podría adquirir el independentismo? 

Una amnistía no está aislada del conflicto político que ha originado la represión. Si se consigue, en paralelo y al mismo tiempo, tiene que haber otros acuerdos que creen el marco para avanzar en la resolución del conflicto. Y aquí es donde las partes tendrán que ofrecer sus propuestas y asumir sus compromisos también. El conflicto político existe y, por lo tanto, o se resuelve o seguirá habiendo problemas de tensión política. 

¿Cuál debería ser el perímetro de esta amnistía? 

Todo lo que está relacionado con los hechos del ‘procés’, en los que ha habido una respuesta represiva por parte del Estado. Podemos mirar desde 2014, y después el 1-O y las movilizaciones posteriores a la sentencia.

Un exdirigente de Convergència decía que todos los procesos judiciales derivados de la ‘operación Cataluña’ se deberían amnistiar.

Fijar el perímetro no será sencillo, porque la amnistía siempre se basa en relación a unos hechos, no a unas personas. Habrá que ser muy cuidadosos con la definición de estos hechos. 

La amnistía siempre se basa en relación a unos hechos, no a unas personas


decoration

¿Hay que incluir a los policías procesados por el 1-O?

Este es un debate que no refleja la realidad de lo que hay ahora. No ha habido ningún policía encarcelado, inhabilitado o en el exilio. Es muy diferente lo que es el abuso de poder por parte del Estado de lo que es la actuación libre de unos representantes políticos o de la ciudadanía ejerciendo sus derechos. Evidentemente no se puede comparar con manifestantes que han sido perseguidos, muchas veces con pruebas muy débiles. Hemos visto muchas absoluciones y estas personas han pasado un calvario. Ha habido un exceso y un abuso de poder por parte de organismos policiales y esta es una situación que también se tiene que resolver. 

¿Y los manifestantes que pueden estar procesados o condenados por delitos relacionados con la violencia? 

Aquí volvemos a los hechos. Evidentemente, no se tendría que amparar ninguna actuación violenta. Y eso se tiene que demostrar, en muchos casos se hacen conjeturas.

La amnistía no tendría que amparar ninguna actuación violenta


decoration

Si Puigdemont se beneficia de la amnistía, ¿el paso de dirigentes por prisión habrá sido inocuo?

No, de ninguna manera. Estoy convencido de que sin lo que hemos hecho todos durante estos años no estaríamos hoy en la situación de abordar una amnistía. 

El ‘president’ de la Generalitat, Pere Aragonès. MANU MITRU


¿Ha hablado con Sánchez esta última semana?

No.

¿Estaría bien hacerlo?

Tiene que valorarlo él, al final es el presidente que quiere ser investido. Evidentemente hay una relación, ha habido mensajes, pero no una conversación directa.

Su mandato en la Generalitat se basa en dos patas: la gestión del día a día y los avances hacia la independencia. Si Sánchez no es investido, es muy posible que la mesa de diálogo muera. Por lo tanto, usted debe tener un interés en que sea presidente para pasar a la fase del referéndum. 

Mi interés es que Cataluña sea independiente. Este es mi objetivo. Y hay la oportunidad para avanzar. No será fácil. Esta negociación es la más compleja de la historia de Cataluña porque tenemos que hablar de soberanía. Hay que generar las condiciones, y eso no es investir o no a Sánchez, sino que depende del cómo, de los acuerdos para la investidura, si se termina produciendo.

¿Hay plan b a la mesa de diálogo?

Estoy convencido que el proceso de independencia de Cataluña culminará con una mesa de negociación. Cualquier otra vía, ahora no la veo viable. Y algunas no las veo deseables, como todo lo que se aparte de las vías pacíficas y democráticas. ¿Cómo llegaremos a esta negociación? Dependerá de la capacidad de presión. Unas veces será porque los votos independentistas catalanes son necesarios en Madrid y otras porque ha habido una capacidad de movilización y una consolidación de amplias mayorías en Cataluña. 

Que usted vaya a la manifestación de la ANC por la Diada, ¿quiere decir que ahora también es un momento de movilización?

Siempre es un momento de movilización. Con unos objetivos, que están orientados a enviar un claro mensaje al Estado que es que Cataluña está movilizada a favor de una solución política y democrática, por un referéndum y por el fin de la represión. 

vPere Aragonès, en su despacho. MANU MITRU


¿En qué punto está el acuerdo de claridad y qué hará con las conclusiones? 

Espero poder tener las conclusiones este mes. Cuando las tenga, las compartiré con la ciudadanía, se harán públicas y me posicionaré. El acuerdo de claridad tiene una gran virtud que es que personalidades académicas con trayectoria y solidez, y con puntos de vista a favor y en contra de la independencia, discuten sobre qué reglas de juego tendría que tener un referéndum acordado. Esto nos permite ponernos de acuerdo en unas reglas de juego. Al final nos tendremos que sentar con el Gobierno y pensar cómo solucionamos el conflicto, sin limitar ninguna aspiración. 

¿La vía unilateral forma parte de estas reglas de juego?

No forma parte del encargo. 

Cataluña no busca un encaje, Cataluña busca decidir su futuro


decoration

El lehendakari Iñigo Urkullu planteó una vía para poner sobre la mesa un debate sobre el modelo territorial del Estado. ¿Este sería un marco posible en el que discutir sobre la autodeterminación?

Respeto mucho la propuesta del lehendakari, pero la vía que propone no es la mía. Nosotros defendemos una negociación bilateral entre Cataluña y España que permita definir cómo se hace el referéndum precedido de una amnistía. Ahora bien, bienvenido sea lo de abrir debate sobre que el modelo de Estado actual es un modelo caduco aunque nuestra propuesta es otra.

Alberto Núñez Feijóo propuso buscar un nuevo «encaje» para Cataluña dentro de la Constitución. Usted declinó reunirse con él para abordar su investidura. ¿Se vería con él ahora para que le exponga esta idea?

Cuando Feijóo dijo que se querría reunir con los presidentes, creo que no correspondía porque los votos de la investidura los tiene que obtener de los partidos. Y el mío ha sido claro: nunca investiremos a un presidente del PP. A partir de aquí, si el futuro cambia y tiene otras responsabilidades, pues quizá será necesario hablar, pero no pinta así. Cataluña no busca un encaje, Cataluña busca decidir su futuro. Y que la propuesta pase por el Senado creo que está a años luz de lo que no solo los independentistas, sino aquellos catalanes no independentistas pero que defienden el autogobierno, esperan.