Homicidio o defensa propia. Esta es la principal incógnita que tendrán que resolver los integrantes del jurado popular que mañana serán convocados para juzgar la muerte de un joven, ocurrido hace cinco años en la localidad de Porreres. En el banquillo coincidirán tres presuntos delincuentes que el 24 de febrero del año 2018 planearon un robo en el domicilio de Pau Rigo, un hombre de 77 años que vivía junto a su mujer en una vivienda apartada de la localidad de Porreres.

Según detalla la acusación, fue José Antonio Sánchez quien planificó el asalto. Sabía que en el domicilio se guardaba dinero y se lo propuso a su amigo Marcos Rotger, que a su vez se lo comentó a los hermanos gemelos Fredy Escobar y Mauricio. Mientras los dos primeros actuaban de vigilantes en la zona, los dos hermanos entrarían en el domicilio y cometerían el robo.

Fredy y Mauricio estuvieron esperando un rato en el jardín hasta que el propietario salió. El hombre tenía 77 años. Uno de ellos lo cogió por la espalda a Pau Rigo y le tapó la boca para que no gritara. Después le pidió que le llevara hasta la caja fuerte donde guardaba el dinero. Mientras, el otro hermano se adentró en el domicilio. Allí se encontró con la mujer, a la que arrastró hacia una habitación.

La caja fuerte estaba en el sótano. El anciano la abrió y le entregó el dinero al ladrón, que después le obligó a subir de nuevo y lo introdujo en la habitación donde estaba la mujer.

Mientras los dos hermanos recogían el dinero y preparaban la huida, según la versión de la fiscalía, el hombre cogió una escopeta cargada que tenía en su habitación. Le dijo a su mujer que no se moviera y se dirigió al salón. Allí esperó a que regresaran los dos hermanos. De pronto disparó de frente contra Mauricio, al que alcanzó en el abdomen, provocándole la muerte casi al instante.

De repente el otro hermano empezó a forcejear con el anciano, al que golpeó con contundencia y le arrebató el arma. A continuación se marchó, cargando a su hermano y llevándose el dinero.

El anciano, al que la fiscalía le reconoce una eximente incompleta de legítima defensa, se enfrenta a una petición de cuatro años de prisión por un delito de homicidio. El hombre afirma que disparó porque le estaban agrediendo y temía que iba a morir. Pero esta versión no coincide con el atestado de la Guardia Civil, que es el que utiliza la fiscalía para solicitar esta pena de prisión. Los investigadores sostienen que el hombre fue agredido una vez que ya había disparado y matado al delincuente.

Los tres individuos que cometieron el robo también serán juzgados por el jurado popular, aunque únicamente están acusados de un delito de robo con violencia. Pau Rigo había sido propietario de una empresa de tragaperras y poco tiempo antes había vendido el negocio. Era la segunda vez que sufría un robo en su domicilio. En el primero también le habían robado dinero.

Su abogado Fernando Mateas mantiene que su cliente actuó en legítima defensa y pide al jurado su absolución.