El emblemático restaurante El Urogallo, en El Entrego, vuelve a buscar comprador. Está a la venta en un portal inmobiliario por 500.000 euros, la mitad de los 1.060.000 euros que se pedían hace unos meses. En el anuncio de venta se expone que «tras unos años en los que ha permanecido cerrado» (desde 2015), el edificio «precisa una reforma para que vuelva a lucir con todo su esplendor» ya que «el tejado tiene importantes filtraciones de agua». No obstante, a juicio del portal inmobiliario «esta reforma no debería de ser un impedimento para su adquisición ya que las posibilidades de negocio son infinitas, en un complejo que ocupa un terreno de 14.800 metros cuadrados».

El restaurante El Urogallo, inaugurado en 1973, fue durante décadas un icono de la hostelería de la comarca del Nalón, pero no pudo esquivar la crisis económica y echó definitivamente el cierre en 2015. El complejo, con elementos muy característicos como los hórreos ubicados en el recinto ajardinado exterior, fue un símbolo para la celebración de todo tipo de eventos como comidas familiares, bodas, comuniones, bautizos o reuniones de empresa.

El grupo hostelero al que pertenecía hasta su cierre entró en concurso de acreedores en abril de 2014, acuciado por las deudas. Ya en 2015, el restaurante acabó cerrando por la falta de soluciones, y dos años después, en 2017, se acabó extinguiendo la sociedad. Quedó entonces en manos de los principales acreedores de la empresa, los bancos. El Urogallo fue comprado en la primavera de 2017 por el grupo Santagadea, que llegó a tramitar los permisos municipales. La previsión era que el restaurante reabriera sus puertas a lo largo de ese mismo año. El plan original se centraba en analizar los desperfectos sufridos, tras dos años de inactividad, y ejecutar las reparaciones necesarias para recuperar la instalación y volver a ponerla en marcha. Sin embargo, la reapertura no llegó a cristalizar. Incluso se planteó la posibilidad de dar un giro a la actividad y poner en marcha un centro geriátrico, algo que tampoco se produjo. Por el camino, el edificio llegó a sufrir un incendio en las instalaciones.

En el portal web Idealista se remarca en el anuncio de venta que se trata de «uno de los restaurantes más emblemáticos y representativos de la cocina asturiana». También se explica que el establecimiento fue «un lugar de referencia en Asturias por estar especializado en todo tipo de celebraciones y contar con una magnífica cocina de comida tradicional asturiana. El complejo cuenta con numerosos hórreos que hace años fueron acondicionados como habitaciones y, en su día, contó también con una piscina a la que en verano acudía la población del valle. Además, está ubicado en un lugar privilegiado, en el barrio de San Vicente, muy cercano al Museo de la Minería y la Industria de Asturias».

El edifico consta de tres plantas. La planta baja con vestíbulo con aseos, sidrería, salón de banquetes, sala de reuniones, cocina, almacenes y lavandería. La planta primera tiene vestíbulo, dos salones, aseos, cocina, dos terrazas, galería y tres despachos. La segunda planta cuenta con una vivienda de tres dormitorios, salón, cocina y cuarto de baño y vestuarios y sala de personal.