MADRID, 7 (CHANCE)

Multitud de rostros conocidos se han desplazado hasta el Ayuntamiento de Sevilla donde han instalado la capilla ardiente de María Jiménez para despedir a una de las artistas más completas de este país. Desde Carlos Herrera, Marisa Jara, India Martínez… hasta Francisco Rivera o Eugenia Martínez de Irujo, la capital andaluza llora ya la pérdida de la cantante.

Carlos Herrera acudía a la capilla para «rendirle tributo a una vieja amiga, con la que he trabajado mucho, he coincidido mucho» y la definía como una mujer «que siempre abría su corazón, una artista terroríficamente brutal, artista en todo lo que hacía, era un volcán incontenible de sentimiento».

El conocido periodista no dudaba en recordar algunas anécdotas de la artista como cuando «salió de estar en coma y ella le preguntó al médico ‘cuánto tiempo he estado dormida’ y le dijeron que quince días y el comentario de maría fue ‘a ver quién coge el sueño esta noche».

Eugenia Martínez De Irujo ha dejado claro que «yo la adoraba» y contaba que «hace 15 días hemos estado con ella, ha sido como inesperado» y aseguraba que «para mi va a seguir siendo eterna… es que para mí siempre va a seguir siendo la misma y estar aquí, igual, con su música».

Por su parte, Francisco Rivera se deshacía en halagos al recordarla: «Era magia pura, era pura fuerza, pura vida, era la verdad que era maravillosa» y comentaba que «la vida ha sido muy dura con ella pero las lecciones que nos ha dado de cómo ha disfrutado la vida, de cómo se ha vivido la vida a tragos largos, cómo la ha disfrutado, cómo ha hecho lo que le ha dado la gana».

El torero defendía que lo que habría querido la cantante es que celebraran su vida y no lloraran su muerte: «ella lo que quiere es que estemos contentos, que la recordemos cantando, tocando las palmas. Lo que hay que hacer mañana, todo el mundo, cuando pase, aplaudirle y brindar por ella».

Además, el marido de Lourdes Montes la definía como «la más grande, por encima de todas. La de más fuerza y yo he estado en sitios y he visto a todas y María era única». Y es que María tenía una gran relación con su madre y aseguraba que siempre le echarán de menos: «la vamos a echar muchísimo de menos y muchísima pena en lo alto y que se ha ido quien no se tenía que ir. La verdad que. Bueno, la vamos a echar mucho de menos. Se adoraban, se adoraba, sí, sí… con todos nosotros».

India Martínez recordaba el espíritu de lucha de María Jiménez porque «ha vivido momentos muy duros y la familia y ella lo saben mejor que nadie. Pero me encantaba cómo era, no tenía pelos en la lengua y lo decía todo como era. Para bien o para mal, pero la verdad por delante. Tenemos mucho que aprender».

La cantante confesaba estar todavía en shock por la pérdida de la cantante: «Sí, es que no das crédito, no sabes ni lo que decir o lo que sentir. Se te pasan muchas cosas por la cabeza, muchos recuerdos, cosas bonitas, cosas tristes, que no está, claro» y dejaba claro que siempre le recordará como la gran artista que le dio la mano en sus comienzos: «una madre, una maestra, una amiga, una compañera. Ha sido mi madrina, me dio la mano en los comienzos y, cuando no tienes a nadie todavía, y que alguien tan grande te dé su mano y crea en ti, eso imagínate».

También hemos visto por allí a Toñi Moreno, quien defendía que la despedida de María está siendo tan única como lo era ella: «Hombre, yo no he visto llorar a nadie. Está todo el mundo recordando las cosas bonitas y nos estamos riendo de sus barbaridades y de sus cosas, y de las barbaridades que decía» y añadía: «Yo creo que mañana, no sé lo que va a pasar mañana, pero yo creo que mañana, el entierro de María Jiménez puede ser una fiesta, que es lo que a ella le gustaría».

La presentadora aprovechaba los micrófonos de la prensa para pedir que la fundación de la cantante se mantenga viva y en pleno funcionamiento: «Ella tenía mucha ilusión porque eso fuese algo grande entonces que el ayuntamiento y quien tenga que ser que siga está su hijo, que seguramente seguirá con el legado, pero esa fundación tiene que funcionar ahora más que nunca, me gustaría, la verdad».