El precio medio de los carburantes ha encadenado su novena semana consecutiva de subidas, con lo que acumulan un encarecimiento de hasta el 12,8% desde el arranque del verano, al tiempo que la gasolina suma su precio más alto desde finales de julio de 2022 y el diésel desde mediados de febrero.
En concreto, la gasolina se ha encarecido esta semana un 0,58% con respecto a hace siete días, para situarse en los 1,731 euros por litro, su valor máximo en lo que va de 2023 y el más alto desde finales de noviembre, aunque entonces estaba vigente la subvención de 20 céntimos por litro implantada por el Gobierno por la crisis por la guerra en Ucrania.
Así, habría que remontarse hasta finales de julio del año pasado para encontrar un nivel más alto para el precio del litro de este combustible teniendo en cuenta la bonificación del Ejecutivo que estuvo vigente hasta finales de 2022.
Este nivel de precio para la gasolina, después de acumular un encarecimiento de casi el 9% desde principios de julio, le ha llevado un máximo histórico para comenzar septiembre.
Por su parte, el precio medio del diésel también encadena nueve semanas consecutivas de subidas, con un encarecimiento del 0,62% en la última semana, para alcanzar los 1,622 euros el litro, un nivel que no marcaba desde mediados febrero, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press.
En este caso, el precio del diésel es todavía más bajo del que llegó a tocar el año pasado a principios de septiembre, teniendo en cuenta la bonificación de 20 céntimos, ya que, a pesar de que marcaba los 1,921 euros por litro, con el descuento su precio se situaba en los 1,721 euros.
Desde inicios de julio, cuando arrancó esta nueva espiral alcista en los precios de los carburantes, el litro de gasolina acumula un incremento en su precio del 8,7%, mientras que el de gasóleo suma un encarecimiento del 12,8%.
Con estos nuevos repuntes, el precio de ambos carburantes se consolida ampliamente por encima de los niveles en los que se situaba antes del estallido de la guerra de Ucrania por la invasión rusa, que comenzó el 24 de febrero de 2022 y que, en el caso del diésel, era de 1,479 euros por litro, y, para la gasolina, de 1,594 euros por litro.
No obstante, ambos carburantes no han llegado a tocar, a pesar de esta tendencia al alza de los últimos dos meses, los máximos que tocaron hace más de un año, cuando en julio la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros.
Ocho euros más que en 2022
Con los precios actuales, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina asciende actualmente a unos 95,21 euros, frente a los 86,9 euros -unos 8,3 euros más- que costaba a estas alturas del pasado año, incluyendo el descuento de 20 céntimos por litro que estaba vigente hace un año.
En el caso del gasóleo, el llenado de un depósito medio de 55 litros supone actualmente unos 89,21 euros, unos 5,44 euros menos que los 94,65 euros que costaba en el mismo periodo de 2022.
El año pasado, por la escalada en el precio de los carburantes por la crisis energética provocada por el conflicto bélico, estaba vigente la bonificación mínima de 20 céntimos por litro de combustible para todos los ciudadanos aprobada por el Gobierno dentro de su plan de respuesta al impacto de la guerra en Ucrania.
Igualmente, con esta, el diésel suma 29 semanas seguidas por debajo del precio de la gasolina. Se mantiene así en la situación habitual de antes de la invasión rusa de Ucrania, que provocó que el precio del gasoil fuese más caro que el de la gasolina de forma continuada desde agosto de 2022 y hasta mediados de febrero de este año, cuando se rompió esa dinámica.
En este contexto, este jueves el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba a 90,33 dólares, mientras que el Texas americano se intercambia a unos 87,17 dólares.
El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Además, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hace con un decalaje temporal.
Más barato que en el entorno
Con estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 se mantiene en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,835 euros el litro, y de la eurozona, con un precio medio de 1,898 euros.
En el caso del diésel, el precio en España también es inferior al de la media de la UE, que es de 1,739 euros, y de la zona euro, donde marca un precio de 1,779 euros.