MADRID, 7 (CHANCE)

Tristeza absoluta en toda Andalucía y parte de España por la muerte de María Jiménez a los 73 años de edad en su casa de Triana, Sevilla. Una artista que luchó contra viento y marea, que se mostró libre en el escenario y fuera de él, pero que sobre todo causó un antes y un después en el mundo de la música por esa forma tan erótica de interpretar sus temas.

Europa Press ha podido hablar hace unas horas con Isabel Jiménez, hermana de María y nos ha asegurado estar rota, pero con una sonrisa en su rostro: «estamos destrozados, yo la sonrisa en la boca no me falta nunca, pero estamos destrozados porque es una gran pérdida, pero para mí es mi hermana».

Isabel nos contaba que no esperaban su muerte ya: «yo pensaba que iba a seguir luchando, pero no ha sido así» ya que «ha sido muy rápido, lo veíamos venir, pero no tan rápido. A partir de una revisión… se la ha comido la enfermedad». Eso sí, nos aseguraba que disfrutó del verano: «lo ha pasado muy bien, con sus hijos, sus nietos, su familia… lo ha pasado muy bien».

Sobre cómo define a su hermana, nos comentaba que como «una hermana peleona, hemos discutido mucho, muy guerrillera, ha luchado mucho en esta vida para estar donde estaba, ha llegado donde ella quería llegar» y nos aseguraba que la artista: «no ha olvidado nunca» todo lo que sufrió en su vida: «a ella le marcó su vida su hija, pero era muy valiente y ha podido con todo».

Isabel, muy afectada nos describía a la cantante como «genio y figura hasta la sepultura» y confesaba que «ella perdió la sonrisa un día, no la tuvo más, por su enfermedad y sus cosas». Muy crítica, nos explicaba que la única pena que tienen es que no le han dado la Medalla de Andalucía a tiempo: «agradezco a Sevilla y a los medios cómo se están portando, se ha ido sin la medalla, pero bueno…».

Por último, la hermana de la artista desvelaba que su sobrino Alejandro «está ahí que, bueno… está muy perdido porque ha sido todo tan rápido, tiene otra edad y no lo asimila todo, después vendrá la caída. Ella es muy querida».