Un equipo especializado de arqueólogos montañistas ha dado un paso crucial para preservar valiosos artefactos en Israel.

El papiro de Jerusalén: Una revelación y llamado a la acción

En 2016, se convirtió en noticia mundial cuando se supo que los archivos nacionales de Israel contenían una antigua referencia hebrea a la ciudad de Jerusalén, datada a través del método C14, y originada en el siglo VII a. C., coincidente con la era del Primer Templo.

Este invaluable papiro, uno entre solo tres conservados de esa era, se adquirió por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) en una operación encubierta al interceptar a un comerciante de antigüedades en 2012.

Amir Ganor, a cargo de la unidad de prevención de saqueos de la IAA, interpretó este hallazgo no solo como un monumental descubrimiento, sino también como una señal de alarma.

Exploraciones en el desierto de Judea: Un proyecto sin precedentes

Investigando el origen del papiro, se determinó que emanaba del desierto de Judea. Sin embargo, al buscar en sitios potenciales, la IAA encontró que muchos ya habían sido previamente saqueados.

Ante esta situación, la IAA obtuvo el respaldo del Ministerio de Asuntos de Jerusalén y Patrimonio, recibiendo fondos para constituir un grupo de arqueólogos con habilidades en escalada y rapel. Su misión: estudiar exhaustivamente las cuevas del desierto de Judea.

El Dr. Eitan Klein, segundo al mando de la Unidad de Prevención de Robos, resaltó el nuevo enfoque proactivo de la IAA al enfrentar el saqueo de antigüedades.

Innovadoras técnicas y descubrimientos relevantes

De derecha a izquierda, el Dr. Asaf Gayer, Oriya Amichay, el Dr. Eitan Klein y Amir Ganor, con algunas de las espadas romanas en la oficina de la IAA en Jerusalén. (Yoli Schwartz/IAA)

Iniciando su trabajo en los acantilados del mar Muerto cercanos a Qumrán, el equipo ha examinado aproximadamente 800 cuevas en una extensión de 170 kilómetros. Para ello, han utilizado drones y avanzados sistemas de mapeo.

Ubicados en posiciones difíciles en los acantilados, han realizado 24 excavaciones exitosas. Estas han revelado miles de artefactos, incluyendo nuevos fragmentos de los rollos del mar Muerto.

Se estima que hay alrededor de 50 cuevas listas para excavaciones futuras con tres años de financiación proyectada.

Saqueadores y el valor incalculable de las cuevas

Ganor admite que los saqueadores reconocen el potencial arqueológico de estas cuevas como cápsulas temporales repletas de antigüedades. Sin embargo, lo que más le ha impresionado es la cantidad de hallazgos aún presentes en dichas cavidades.

Mientras que el proyecto ha tenido éxitos significativos, aún hay regiones del desierto occidental sin explorar. La misión de salvaguardar y descubrir el patrimonio histórico de la región persiste, enfrentándose a constantes desafíos.

Respuestas globales a la demanda de restitución

El clima actual observa cómo múltiples instituciones globales enfrentan un nuevo paradigma: un público que cuestiona la procedencia de los objetos en exhibición. Esta ola de conciencia ha llevado a diversos museos a sumergirse en procesos de investigación de proveniencia y en ocasiones, a reintegrar artefactos valiosos a sus naciones primigenias.

El mercado de antigüedades privado no se ha quedado atrás en este escrutinio. Casos notables como los de Michael Steinhardt y Shelby White han sido puestos bajo lupa por figuras como el asistente del fiscal de Manhattan, Matthew Bogdanos, lo que ha culminado en la devolución de ciertas piezas de sus colecciones.

En regiones como Tierra Santa, determinar la autenticidad y procedencia exacta se vuelve un reto. Territorios como las colinas de Judea y su desierto presentan obstáculos en identificar el origen de los ítems, así como las autoridades adecuadas para su retorno.

Repatriaciones recientes y el caso Steinhardt

La Estela de Heliodoro, expuesta en el Museo de Israel en Jerusalén, se encuentra entre las 180 antigüedades saqueadas que Michael Steinhardt acordó entregar en un acuerdo con la Fiscalía del Distrito de Manhattan. (Asaf Shalev/JTA)

En un giro histórico, Estados Unidos devolvió a la Autoridad Palestina una pieza del siglo VII a. C. en enero de 2023. Esta cuchara de incienso asiria, perteneciente a la colección Steinhardt, marcó un precedente, junto con otros artefactos pendientes de ser restituidos de la misma colección.

Del acervo confiscado a Steinhardt, 28 piezas saqueadas originarias de Israel y territorios palestinos fueron recuperadas por la fiscalía neoyorquina. Algunas de estas aún están en exhibición en el Museo de Israel, como la Estela de Heliodoro y diversas máscaras neolíticas. Estas últimas, que representan rostros humanos estilizados del 7000 a. C., tienen un valor estimado conjunto de 3 millones de dólares.

Estos objetos de incalculable valor histórico y monetario llegaron al mercado debido a acciones de saqueo. La realidad es que mientras existan compradores dispuestos a cerrar los ojos y desembolsar sumas exorbitantes, el saqueo persistirá.

Dimensiones del saqueo arqueológico en cifras

Un estudio de 2020 en la Revista de la Universidad Al-Aqsa (Para las Ciencias Humanas) reveló datos alarmantes: entre mayo de 1967 y junio de 2019, se estima que 8 millones de objetos arqueológicos fueron saqueados y traficados.

Se cree que el número total de individuos involucrados en el saqueo de antigüedades oscila entre 100,000 y 120,000. Para los fines de este estudio, un saqueador es alguien que, ya sea solo o en grupo, ha participado en la excavación de un sitio arqueológico al menos una vez.

Los intermediarios y distribuidores de estas piezas saqueadas, por su parte, ascienden a cientos. Esta cadena de saqueo y tráfico pone en peligro el patrimonio histórico y cultural de naciones enteras.

El reto de la IAA frente a los saqueadores

Una máscara neolítica prestada por el multimillonario estadounidense Michael Steinhardt se exhibe en el Museo de Israel en Jerusalén, el miércoles 5 de enero de 2022. (Foto AP/Maya Alleruzzo)

La Unidad de Prevención de Robos de la IAA, anualmente, logra interceptar aproximadamente a 60 saqueadores de un total de 400 actos de saqueo en territorio nacional. Dicha cifra se relaciona con la existencia de cerca de 3.000 sitios arqueológicos en Israel.

Gracias a la implementación del proyecto en el desierto de Judea durante seis años y el aumento de la presencia de la IAA, el saqueo ha experimentado una drástica reducción en la zona.

El impacto positivo de la intervención de la IAA en la disminución de los saqueos es una observación compartida por Ganor y Klein. La meta es replicar estas estrategias en otras regiones de Israel.

Colaboración y financiación en la protección del patrimonio

Inspectores de la Unidad de Prevención de Robos de la Autoridad de Antigüedades de Israel con tres osarios recuperados de una cueva funeraria en el norte de Israel que casi fue destruida por la construcción. (cortesía de Yoli Schwartz/IAA)

La actual misión de la IAA opera en conjunto con el Oficial de Personal del Departamento de Arqueología de la Administración Civil (COGAT) y el Ministerio de Patrimonio, dividiendo equitativamente los costos asociados.

Adicionalmente, cuando emergen descubrimientos significativos, las instituciones académicas muestran interés en colaborar con la IAA, asumiendo muchas veces la financiación de investigaciones labotatorias complejas.

Este colaboracionismo se evidenció con el reciente descubrimiento de espadas milenarias, que será objeto de análisis técnico y arqueológico multidisciplinario.

Descubrimientos revolucionarios y técnicas avanzadas

Los arqueólogos retiran las espadas de la grieta de la roca donde estaban escondidas hace unos 1.900 años en una cueva en el desierto de Judea. (Emil Aladjem/IAA)

Con el advenimiento de la arqueología moderna, se abren puertas a técnicas avanzadas como pruebas de C14, análisis metalúrgico y estudios genéticos, que se planean aplicar al reciente hallazgo de espadas.

Este conjunto de espadas, descrito por Klein como el más impactante en seis años, presenta una conservación excepcional y posiblemente tuvieron vínculos con soldados romanos. Cada arma tiene detalles únicos, reflejando la individualidad de su portador.

Klein insinúa que la arqueología tiene la responsabilidad de llenar los vacíos que la literatura romana ha dejado atrás respecto a la revuelta de Bar Kochba.

Perspectiva actual del proyecto en el desierto de Judea

Aunque la iniciativa en el desierto de Judea se originó con el propósito de recuperar los Rollos del Mar Muerto, su enfoque ha evolucionado hacia la conexión de historias de civilizaciones pasadas.

Este proyecto se ha transformado en un relato histórico que narra las vivencias, desplazamientos y autoreclusiones de los distintos habitantes del área.

Klein subraya la importancia de preservar el patrimonio, enfatizando la satisfacción de haber protegido las espadas recientemente descubiertas.

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