Muchos españoles han regresado de sus vacaciones, un periodo en el que se han hecho más gastos de la cuenta, por lo que septiembre puede convertirse en un mes complicado si no se realiza una correcta planificación financiera. La Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA, por sus siglas en inglés) nos da unas claves para que sea correcta.

En primer lugar, es necesario estudiar de forma profunda la situación financiera actual, analizando cuáles serán los ingresos recurrentes durante los próximos meses y los gastos fijos que se deberán afrontar para saber para saber si se podrán asumir dispendios extra. A su vez, se deberá realizar una planificación a largo plazo, especialmente en el caso de la jubilación, ya que en unos años puede que no se pueda «disfrutar de la pensión pública a la que estamos acostumbrados».

Tras haber conocido estos desembolsos fijos, se deberán analizar los más rutinarios pero variables, como los cafés en el trabajo o regalos para ocasiones especiales. Por ello, es necesario tenerlos localizados y contar con un porcentaje de ingresos destinado a cubrirlos e incluso tratar de eliminar los que no sean imprescindibles.

Debido a la situación actual del mercado con las subidas de tipos, desde EFPA recomiendan revisar cuidadosamente las condiciones de los productos financieros que se deban enfrentar, como la hipoteca, especialmente si es variable, u otros préstamos para ver si los términos y condiciones han sufrido variaciones o incluso renegociarlos.

Esta necesidad de reducir gastos no implica que se deban cerrar las puertas a la inversión. Es posible encontrar mejores opciones que se adapten a las necesidades cambiantes y a objetivos financieros para lograr un mejor rendimiento de los ahorros.