Vanessa Pradera, propietaria del restaurante Lume de Gènova, en Palma, instaló hace dos años en su local un sistema de garantía de reserva mediante tarjeta bancaria, que en su caso está basado en un software denominado Restoo (existen alternativas muy variadas) que le facilita la gestión y le ha permitido disminuir las anulaciones de última hora y las incomparecencias de clientes con reserva, aunque no acabar con ellas de forma definitiva.
«Estoy convencida de que estos sistemas de garantía se generalizarán en Mallorca de forma muy rápida, porque las anulaciones de última hora y las incomparecencias son un problema muy grave para la restauración. Y estos sistemas ya se utilizan desde hace muchos años en la hostelería, la aviación e incluso el cine y los espectáculos en directo», sostiene. «Y lo que es más importante en estos sectores, el cliente los acepta con total naturalidad. Pero en la restauración siempre vamos un poco más retrasados», lamenta.
«Estoy convencida de que los sistemas de garantía de reserva mediante tarjeta bancaria se generalizarán muy rápido, porque los problemas que general las anulaciones de última hora son muy graves»
Para dar una idea de lo que supone ese problema, consulta su aplicación y descubre a Diario de Mallorca que entre el 1 de julio y el 31 de agosto de este año en su restaurante 257 personas no se presentaron pese a que tenían una reserva confirmada, «con un coste para la empresa de 12.850 euros, teniendo en cuenta que el coste medio por comensal son 40 euros», descubre.
Esta falta de costumbre de recibir un cargo adicional por un servicio contratado lleva, según relata Vanessa Pradera, a tomarse muy mal el pago por anulación de última hora o incomparecencia. «Cuando el cliente que no se presentó recibe el cargo de su reserva no anulada con antelación, entonces empiezan a morirse abuelas de forma masiva», ironiza. «Aparecen al instante causas de fuerza mayor. Y algunos incluso se atreven a amenazarte de las formas más variadas, con frecuencia con un comentario en Google o en TrypAdvisor que, aseguran, hundirá sin remedio tu reputación», relata.
Pradera denuncia que el mismo software le ha permitido descubrir una tendencia de comportamiento ya citada por otros restauradores. «De forma creciente y sobre todo en verano muchos clientes reservan a la misma hora en varios restaurantes».
El problema que tengo es con aquel cliente fijo, que repite varias veces, me conoce y lo conozco, al que no puedo exigirle nunca que me facilite la tarjeta de crédito al efectuar una reserva
Sebastián Verdi gestiona tres restaurantes en el Port d’Andratx: Mitj&Mitj, La Universal y Fortuna. «Es inevitable que estos sistemas de garantía de reserva se generalicen muy pronto», reconoce sin reservas. «Y con mis socios hemos estado valorando este año muy seriamente aplicarlos, por los problemas que a menudo suceden con las con las anulaciones de última hora y los casos de no show», relata. «El problema que tengo es con aquel cliente fijo, que repite varias veces, me conoce y lo conozco, al que no puedo exigirle nunca que me facilite la tarjeta de crédito al efectuar una reserva», asegura.
«De todas formas —prosigue—si hoy tengo una reserva de seis comensales efectuada el 20 de julio, intento siempre confirmarla al acercarse la fecha para evitar disgustos de última hora», apunta Sebastián Verdi.