Rafael Álvarez ‘El Brujo’ (Lucena, 1950) descubrió el libro Autobiografía de un yogui, de Paramahansa Yogananda en un momento de crisis personal, hace unos 30 años. Hoy defiende el yoga como una ciencia, de la que él se declara un «expertillo». De ese bestseller del maestro hindú surge la obra que este viernes, a las 21 horas, representará en el Trui Teatre. Promete al público que «se va a reír mucho» y que por su contenido, asistirá a «un espectáculo del futuro».

¿Qué es ‘Autobiografía de un yogui?

Autobiografía de un yogui es un gran libro, uno de los más importantes del siglo XX en relación a la espiritualidad. Es la vida de un yogui y cuenta una serie de cosas basadas en su propia experiencia, de la meditación a nivel profundo, con yoguis de la India y que abre la perspectiva a que sepamos en Occidente que la mente humana tiene unas posibilidades impresionantes, que aquí ni siquiera soñamos. Y que hay una ciencia, que explora esas posibilidades de la mente a través de las que se puede sanar el cuerpo y, sobre todo, ser feliz.

«Yogananda es una fuerza que te enamora, sus discípulos vivimos embriagados por su capacidad de irradiar amor»




Usted descubrió el libro hace 30 años.

Sí, lo descubrí en un momento de crisis personal, alguien me lo pasó. Lo leí por primera vez en el año ochenta y tantos y ya me impresionó muchísimo, me enamoró. Yogananda es una fuerza que te enamora, sus discípulos vivimos embriagados por la capacidad de irradiar amor de este maestro.

Se lo decía porque hoy día hay muchísimos adeptos al yoga, pero décadas atrás no era tan habitual…

El yoga se ha popularizado, pero más el hatha yoga, el yoga físico. Pero el yoga físico y el mental, para los grandes yoguis, es una unidad, es una forma de practicar las asanas, las posturas físicas, para que la meditación sea más profunda.

Veo que estoy hablando con un experto…

Comparado con los expertos de verdad, yo soy un expertillo.

Imagino que con los espectáculos que tiene en marcha, que son cinco o seis…

Llevo seis o siete, ni yo lo sé…

«El universo no es un disparate aunque los seres humanos tratamos de convertirlo en un disparate


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Pues el yoga debe ser más que necesario, para centrarse.

Sí. Lo practico y desde hace tiempo. El yoga hay que practicarlo. Yogananda habla de la capacidad que tenemos los humanos para contactar con Dios, que es una palabra desprestigiada, porque se han hecho muchas guerras, se han cometido muchos asesinatos, robos, todo tipo de abusos en nombre de Dios… Llámale la fuerza que controla la totalidad del universo, el tao, el vacío que lo penetra todo, en fin, hay una fuerza… El universo no es un disparate aunque los seres humanos tratamos de convertirlo en un disparate. Pero el universo, la naturaleza… están llenos de sabiduría y de belleza. Y eso indica que hay un plan en la naturaleza, una inteligencia actuando. Y eso es lo que los expertos llaman el espíritu. Una vez que se conecta con esa fuerza, lo que se experimenta es gozo, alegría, paz, la capacidad de ser empático y de irradiar amor.

‘El brujo’, durante la representación.


¿Hay humor en su obra?

Mucho humor, porque el amor y el humor van juntos. Si hay amor, hay humor, y si hay humor, puede que no haya amor porque sea un humor basto y grosero, pero poco a poco se va a refinar y va a haber una situación armónica, amorosa.

¿Y hay improvisación? ¿Le inspira la actualidad?

En este espectáculo no quiero entrar en improvisaciones de actualidad porque distraen de la línea que lleva la obra. La obra busca la trascendencia, la superación de la dualidad de los conflictos. La política siempre es interesada, la visión política del mundo no es una visión científica, siempre hay un interés y no hay neutralidad. En cambio, en el mundo de la meditación se aspira a una visión que no esté parcializada por el interés.

Para quien vaya a ver el espectáculo. ¿Qué les aconseja?

Se van a reír mucho, es un espectáculo muy divertido, que es un espectáculo del futuro, es de lo más moderno que se está haciendo en teatro en este país.

¿En qué sentido?

Por el contenido, por los temas que se hablan, por la relación de las cosas y por el objetivo al que va dirigida la flecha de este espectáculo, es bastante insólito.