Meriton se ríe del Valencia. Las explicaciones del club sobre el mercado de fichajes fueron un intento fallido del ‘local management’ para salvar a Peter Lim y salvarse a sí mismos. La autoentrevista de Layhoon Chan en un vídeo enlatado del club sin opción a las preguntas de los medios de comunicación fue un despropósito en las formas y en el fondo. La presidenta intentó sin suerte justificar al máximo accionista agarrándose a la teoría de la sostenibilidad, hizo un balance positivo del peor mercado de la historia contrario a la versión de Rubén Baraja y, lejos de reconocer el fracaso del Valencia de València durante este verano, protagonizó una huida hacia adelante vergonzosa.

La única verdad que se dignó a decir a las cámaras de su televisión oficial fue que el objetivo real de este equipo es «mantener en primera». Queda dicho. Es lo que pedía el Pipo, lo que le debían después de un mercado de fichajes desastroso y lo que confirma la decadencia de un club condenado al descenso por su dueño.

Las formas

El Valencia se equivocó en las formas. La situación del club es demasiado grave como para dar explicaciones en un vídeo de doce minutos sin posibilidad de preguntas. Era momento de dar la cara y no esconderse detrás de un discurso consensuado con Lim en el que estaban medidas todas y cada una de las palabras. Layhoon tenía mal recuerdo de su última comparecencia pública, pero sobre todo tenía pánico a equivocarse y decir algo que pudiera sentir mal a su jefe. Su puesta en escena fue cobarde y confirmó al mismo tiempo su intención de proteger a Javier Solís y Miguel Ángel Corona. El director deportivo no salió públicamente a hacer balance del mercado a diferencia de la mayoría de equipos de primera y segunda.

El mercado de fichajes del VCF

¿Por qué Peter Lim no quiso invertir en fichajes a pesar de tener un margen en el Fair Play Financiero de 9 millones de euros? ¿Por qué había dinero para Rafa Mir y no para otro delantero? El valencianismo esperaba deseoso las respuestas, pero ni siquiera se pudieron preguntar. Layhoon evitó meterse en esos jardines y tiró balones fuera con la teoría de la autosostenibilidad y las limitaciones económicas. A partir de ahí, la presidenta dijo demasiadas mentiras. Como que se han conseguido hacer «los fichajes que queríamos». Mentira y ahí está el caso de Rafa Mir entre muchos para confirmarlo.

O como que le han dado al Pipo «las mejores herramientas» dentro de las limitaciones. Mentira. Eso hubiera sido por lo menos gastarse cinco millones en un delantero y uno, dos o tres millones en varios jugadores de banda. Algo que no ha pasado. A pesar de eso, el análisis de Layhoon del mercado es positivo. Por increíble que parezca, están «contentos». Algo que no comparten ni Baraja («La plantilla es corta»), ni la afición, ni los jugadores, los primeros en asumir que necesitan ayuda como en enero. Layhoon se preguntó por Guedes para defender a Lim, pero no por Mir ni por otros nombres del mercado con los que quedaron en evidencia.

El local management

Layhoon protegió a Lim exculpándolo de cualquier responsabilidad y defendió a sus ejecutivos de València. La presidenta protagonizó una sonrojante huida hacia adelante del ‘local management’ en lugar de reconocer el fracaso de un modelo de autonomía que duró un mes. El tiempo que tuvo el Valencia de València para renovar a Baraja y fichar a Pepelu. Así se acabó el poder de decisión de la presidenta, el director corporativo y el director deportivo.

Lejos de presentar sus dimisiones, Layhoon continúa creyéndose el «reset» y está convencida de que «siguen en el camino». «No ha acabado», decía. Para ella no, para Lim el verano ha demostrado que sí. La presidenta se permitió el lujo de decir que Corona ha tenido «plena responsabilidad» en la elección de los fichajes en un intento fallido de reforzar su figura y sacó pechó de que fue el València de Valencia llevó las negociaciones de los nuevos fichajes. Faltaría más tenido en cuenta que se han hecho operaciones de únicamente 150.000 euros por Selim Amallah, de 250.00 por Sergi Canós o la cesión sin opción de compra por Roman Yaremchuk. Faltaría más.

Objetivo permanencia

La única verdad de Layhoon en su autoentrevista fue reconocer que el objetivo de esta temporada es «mantenerse en primera». Algo que hizo casi de forma obligada porque no podía dejar tirado al Pipo dos veces. El club falló al entrenador con el mercado de fichajes y no podía permitirse fallarle ahora. Sobre todo después de que el Pipo hubiera insistido públicamente en ello en sus últimas ruedas de prensa.

Layhoon, en esta ocasión, adoptó un discurso realista y reconoció por primera vez en la ‘era Lim’ que el objetivo de la temporada es la salvación. Una afirmación dolorosa y sonrojante para Meriton, pero al mismo tiempo justa con el club, con la afición y sobre todo con un Baraja al que no podía cargar de más presión teniendo en cuenta el bajo nivel de la plantilla, muy debilitada con respecto a la temporada pasada y con carencias en todas las líneas especialmente del centro del campo hacia adelante. No es un 6 de 12. Es un 6 de 42. Quedan 34 puntos para salvar la categoría.