Conflictos entre milicias respaldadas por Estados Unidos en Siria despiertan preocupaciones sobre la posibilidad de un resurgimiento del Estado Islámico en la región.

División interna complica panorama en Siria

Las fricciones que han surgido durante la última semana entre milicias rivales en el este de Siria, apoyadas por Estados Unidos, revelan potenciales fisuras en la coalición que ha contenido al previamente derrotado Estado Islámico.

Estos enfrentamientos pueden ofrecer una ventana para que el grupo radical intente un retorno al poder.

Además, evidencian crecientes tensiones entre los kurdos que tienen predominio en el área y la población árabe. Esta situación podría ser aprovechada por Bashar Assad, presidente sirio, junto con Rusia e Irán, en su búsqueda de controlar zonas ricas en petróleo y eliminar la presencia militar estadounidense.

Presencia estadounidense en el este de Siria

Aunque el este de Siria ha estado mayormente alejado del foco internacional, hay alrededor de 900 soldados estadounidenses allí, además de un número no especificado de contratistas desde la derrota del Estado Islámico en 2019.

Estas tropas, presentes desde hace casi una década, colaboran estrechamente con las Fuerzas Democráticas Sirias, una coalición dominada en su mayoría por milicias kurdas.

Paralelamente, una administración de corte kurdo y respaldada por EE. UU. ha estado al mando de regiones del norte de Siria y áreas al este del río Éufrates, incluyendo vitales campos petrolíferos. Es notable mencionar que fuerzas del gobierno y milicias con apoyo iraní se ubican justo al otro lado del mencionado río.

El conflicto interno reciente

En el centro de los recientes choques están las Fuerzas Democráticas Sirias y el Consejo Militar de Deir el-Zour, una facción dirigida por árabes. El arresto el 27 de agosto de Ahmad Jbeil, conocido como Abu Khawla, líder del Consejo, por las Fuerzas de Autodefensa, desencadenó los enfrentamientos.

Jbeil fue acusado de malversación y de establecer vínculos con Damasco y milicias iraníes. Tras esto, se desataron combates, dando como resultado el control de varios pueblos cercanos a Deir el-Zour por parte de las tribus. Las confrontaciones han dejado al menos 90 fallecidos y numerosos heridos.

Representantes kurdos atribuyen a milicias iraníes y al gobierno sirio la instigación de esta violencia.

Reacciones y declaraciones

Farhad Shami, portavoz de las Fuerzas de Autodefensa, refutó la idea de que combatientes árabes locales se involucraran en los enfrentamientos, apuntando a leales a Damasco como responsables.

Elham Ahmad, líder del Consejo Democrático Sirio, indicó en X, previamente conocido como Twitter, que Irán y el régimen de Assad buscan enmarcar los disturbios como un conflicto árabe-kurdo, con la intención de presionar a las fuerzas estadounidenses a retirarse.

Por otro lado, hay voces que ven estos eventos como reflejo del malestar árabe hacia el dominio kurdo. Omar Abu Layla, activista radicado en Europa, subraya el papel crucial de las decisiones de las Fuerzas de Autodefensa y las estrategias de EE. UU. en la escalada del conflicto.

Advertencia estadounidense ante recientes conflictos

El ejército de EE. UU. insta a cesar las hostilidades, enfatizando que desvíos de la misión anti-EI fomentan la inestabilidad y favorecen el renacimiento de Daesh.

El pasado fin de semana, importantes figuras de las Fuerzas de Autodefensa se reunieron con funcionarios estadounidenses, incluyendo al general Joel Vowell, para dialogar sobre la situación.

Como resultado, la embajada de Estados Unidos en Siria destacó la necesidad de atender las preocupaciones de los habitantes de Deir el-Zour, reducir las tensiones y evitar bajas civiles.

Avances y retrocesos en la situación de Siria

Las Fuerzas de Autodefensa han avanzado territorialmente, habiendo tomado el control de Diban, un área previamente controlada por tribus árabes.

Mazloum Abdi, líder de las SDF, mencionó la colaboración aérea de la coalición de EE. UU. durante la operación. No obstante, fuentes oficiales no confirmaron dicha información.

Recordemos que, el EI dominó grandes extensiones de Irak y Siria, pero fue combatido con éxito por una coalición encabezada por EE. UU. y las Fuerzas de Autodefensa. No obstante, remanentes del grupo aún realizan ataques esporádicos en la región.

Perspectivas internacionales sobre los enfrentamientos

Myles B. Caggins III, del New Lines Institute, opina que estos conflictos podrían dar oportunidad al ISIS de reaparecer en el valle del Éufrates.

Adicionalmente, tales conflictos pueden favorecer a Damasco e Irán al reforzar sus demandas para la retirada estadounidense.

Khaled al-Hassan, líder de la Brigada Baqir, interpretó los eventos como un rechazo de los sirios hacia la ocupación estadounidense y sus milicias.

Postura de Irán y Rusia respecto a la presencia estadounidense

En una reciente visita a Irán, el ministro de exteriores sirio, Faisal Mekdad, exigió la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria.

Un informe del The Institute for the Study of War enfatiza el deseo compartido de Irán, Rusia y el régimen sirio de que EE. UU. abandone Siria.

Desde 2017, Irán ha mantenido un corredor estratégico hacia el Mediterráneo, gracias al control de ciertas áreas en la frontera con Irak.

Rumores y desmentidos en torno a estrategias en Siria

Recientes informaciones de medios árabes y libaneses sugieren un intento estadounidense de obstruir dicho corredor en Boukamal.

No obstante, el general Matthew McFarlane negó tales acusaciones, reiterando que su principal objetivo sigue siendo combatir a Daesh.

Para Irán y sus aliados, cualquier intento de cerrar dicha frontera es inadmisible, siendo percibido por algunos analistas como Bassam Abu Abdullah, como un potencial casus belli.