En las últimas tres décadas (1990-2019) se ha producido un sorprendente aumento del 79% en los nuevos casos de cáncer entre los menores de 50 años de todo el mundo, según una investigación publicada en la revista de acceso abierto ‘BMJ Oncology’.

El cáncer de mama representó el mayor número de casos de «aparición temprana» en este grupo de edad en 2019. Pero los cánceres de tráquea (nasofaringe) y de próstata son los que más han aumentado desde 1990, revela el análisis. Los cánceres que más muertes causaron y que más comprometieron la salud entre los adultos más jóvenes en 2019 fueron los de mama, tráquea, pulmón, intestino y estómago.

Los hallazgos desafían loo que se sabía sobre los tipos de cáncer que suelen afectar a los menores de 50 años, sugiere un editorial vinculado.

Aunque el cáncer tiende a ser más frecuente en las personas mayores, los datos sugieren que los casos entre los menores de 50 años han ido en aumento en muchas partes del mundo desde la década de 1990, pero la mayoría de estos estudios se han centrado en las diferencias regionales y nacionales, y pocos han analizado la cuestión desde una perspectiva global o los factores de riesgo para los adultos más jóvenes, señalan los investigadores.

En un intento de colmar estas lagunas de conocimiento, recurrieron a los datos del Global Burden of Disease 2019 Study para 29 tipos de cáncer en 204 países y regiones.

Examinaron la incidencia (nuevos casos), las muertes, las consecuencias para la salud (años de vida ajustados en función de la discapacidad o AVAD) y los factores de riesgo contribuyentes para todas las personas de 14 a 49 años para estimar el cambio porcentual anual entre 1990 y 2019.

En 2019, los nuevos diagnósticos de cáncer entre los menores de 50 años ascendieron a 1,82 millones, un aumento del 79% respecto a la cifra de 1990. En general, el cáncer de mama representó el mayor número de estos casos y muertes asociadas, con 13,7 y 3,5/100.000 de la población mundial, respectivamente.

Pero los nuevos casos de cáncer de tráquea y de próstata de aparición temprana fueron los que aumentaron más rápidamente entre 1990 y 2019, con variaciones porcentuales anuales estimadas del 2,28% y el 2,23%, respectivamente. En el otro extremo del espectro, el cáncer de hígado de aparición temprana se redujo en un 2,88% anual estimado.

Más de un millón (1,06) de menores de 50 años murieron de cáncer en 2019, lo que supone un aumento de algo menos del 28% respecto a la cifra de 1990. Después del cáncer de mama, los cánceres que causaron el mayor número de muertes y el consiguiente deterioro de la salud fueron los de tráquea, pulmón, estómago e intestino, con los aumentos más pronunciados de muertes entre las personas con cáncer de riñón u ovario.

Las tasas más elevadas de cánceres de aparición temprana en 2019 se registraron en Norteamérica, Australasia y Europa Occidental, pero los países de ingresos bajos y medios también se vieron afectados, con las tasas de mortalidad más altas entre los menores de 50 años en Oceanía, Europa del Este y Asia Central.

Y en los países de ingresos bajos a medios, el cáncer de inicio temprano tuvo un impacto mucho mayor en las mujeres que en los hombres, tanto en términos de muertes como de mala salud posterior.

Basándose en las tendencias observadas en las tres últimas décadas, los investigadores estiman que el número mundial de nuevos casos de cáncer de aparición precoz y de muertes asociadas aumentará un 31% y un 21%, respectivamente, en 2030, siendo las personas de 40 años las más expuestas.

Según los investigadores, es probable que los factores genéticos tengan algo que ver. Sin embargo, los datos indican que las dietas ricas en carne roja y sal y pobres en fruta y leche, el consumo de alcohol y el tabaquismo son los principales factores de riesgo de los cánceres más comunes entre los menores de 50 años, a los que contribuyen la inactividad física, el sobrepeso y la hiperglucemia.

Los investigadores reconocen varias limitaciones en sus hallazgos: principalmente, sugieren que la calidad variable de los datos de los registros de cáncer en los distintos países puede haber dado lugar a una infradeclaración y un infradiagnóstico. Y añaden que aún no está claro hasta qué punto el cribado y la exposición a factores ambientales en los primeros años de vida pueden influir en las tendencias observadas.

Pero, según señalan los médicos del Centro de Salud Pública de la Universidad Queen’s de Belfast (Irlanda del Norte) en un editorial vinculado, «los hallazgos cuestionan las percepciones sobre el tipo de cáncer que se diagnostica en los grupos de edad más jóvenes».

«Sigue siendo difícil comprender por completo las razones que impulsan las tendencias observadas, aunque es probable que contribuyan factores relacionados con el estilo de vida –reconocen–, y se están explorando nuevas áreas de investigación como el uso de antibióticos, el microbioma intestinal, la contaminación del aire exterior y las exposiciones a edades tempranas».

Alertan de que «se necesitan urgentemente medidas de prevención y detección precoz, junto con la identificación de estrategias de tratamiento óptimas para los cánceres de aparición temprana, que deben incluir un enfoque holístico que aborde las necesidades únicas de cuidados de apoyo de los pacientes más jóvenes».

Y añaden que «hay una necesidad acuciante de asociación, colaboración y distribución de recursos a escala mundial para alcanzar estos objetivos».