Con el verano llegando a su fin, Galicia se prepara para una temporada llena de emociones y despedidas. Mientras los niños se alistan para regresar a las aulas el próximo lunes, los turistas disfrutan de sus últimas vacaciones, y los emigrantes gallegos que residen en el extranjero aprovechan esta época para reunirse con sus seres queridos antes de regresar a sus hogares en tierras lejanas, como Argentina.

Uno de estos emotivos reencuentros se dio con Mari Carmen, originaria de Val do Dubra, en A Coruña. A sus más de 70 años, Mari Carmen recuerda con nostalgia su partida siendo una niña. A lo largo de los años, ha regresado a Galicia muchas veces, aunque su esposo no lo ha hecho con tanta frecuencia. Sin embargo, las lágrimas afloran en sus ojos cuando habla de su querido Val do Dubra natal.

«Es maravilloso volver a casa después de tanto tiempo. Aquí están mis raíces, mis recuerdos de infancia y la familia que nunca olvidé», comparte emocionada Mari Carmen.

Manuel, el esposo de Mari Carmen, también siente una profunda conexión con su lugar de origen, aunque su regreso a Galicia ha sido menos frecuente.

«A pesar de la distancia, siempre he llevado a Val do Dubra en mi corazón. Cada vez que vuelvo, siento una emoción indescriptible al reencontrarme con mis raíces», expresó Manuel con un brillo en los ojos.

Otra historia conmovedora es la de Amelia, quien emigró a Argentina en la década de 1960. Originaria de Dodro, ella y su esposo, nativo de O Val do Dubra, regresan a Galicia cada verano para disfrutar de su tierra natal y reunirse con sus seres queridos.