La Cámara Federal de Casación Penal convocó de manera sorpresiva a una reunión con el fin de debatir el futuro de la jueza Ana María Figueroa, de 75 años, quien no quiere optar por jubilarse, pese a tener la edad para hacerlo. Además, el oficialismo no logró tener el quórum en el Senado para decidir sobre su continuidad.

La camarista Ana María Figueroa (La Nación/)

Figueroa ocupa un rol fundamental en el Tribunal en la causa judicial de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, de Hotesur-Los Sauces.

Entretanto, se baraja la posibilidad de nombrar a un juez subrogante para reemplazarla. Esto sería en caso de que se diera por hecho que el cargo de Figueroa habría quedado vacante (por considerarla jubilada). En caso de que no prospere esto último, deberá volver a trabajar en la sala I.

De todos modos, la magistrada no ejerce funciones, pero sí al mantenerse en su cargo, cobra su sueldo. Esto provoca ciertas tensiones en el Poder Judicial. Hay varios pedidos para que la Corte Suprema “como máxima autoridad ordene la inédita situación”.

La jueza de casación penal Ana María Figueroa en el Senado. Foto: Federico López Claro.

La jueza de casación penal Ana María Figueroa en el Senado. Foto: Federico López Claro.

Cabe recordar que hubo un pedido de prórroga para mantener su cargo, el cual fue otorgado por el presidente Alberto Fernández

La posición clave de Figueroa radica en que, como integrante del máximo tribunal, debe resolver el planteo que realizó el fiscal Mario Villar ante Casación, vinculado con la anulación o no del sobreseimiento de Cristina Kirchner en la causa Hotesur-Los Sauces acusada de lavado de dinero y evaluar si se llega al estatus de un juicio oral y público.