El 54% de los ciudadanos de Baleares ve la inmigración como un «problema grave», y un 32% lo ve como un «problema», aunque no grave. Así lo explica el último volumen de Quaderns Gadeso, que puntualiza que estos datos no tienen por qué implicar necesariamente xenofobia o una visión negativa sobre los inmigrantes, sino que en muchos casos supone la constatación de una problemática.
El estudio, realizado a partir de 600 entrevistas a ciudadanos de distintos perfiles, trata de esclarecer cómo la sociedad balear ve la inmigración. El 58% de los encuestados piensan que hay «demasiados» inmigrantes que han regularizado su situación. Los principales motivos para justificar esta percepción, según comentan, es que «saturan» los servicios públicos, especialmente las prestaciones y ayudas económicas, que ocupan puestos de trabajo de los autóctonos, y que no quieren integrarse. Solo un 36% considera positivo que haya inmigrantes establecidos en la población.
A las preguntas sobre si los inmigrantes regularizados deberían tener el mismo derecho que los demás a tener un trabajo en igualdad de condiciones, el 44% contesta que no, el mismo porcentaje que cree que tampoco deberían tener el mismo derecho a la hora de acceder a la educación y sanidad.
Respecto a los inmigrantes irregulares, el 69% de los encuestados tienen una opinión negativa: ya sea porque generan inseguridad y delincuencia (52%) o por su uso abusivo de los servicios públicos (45%). Entre ellos, el 78% cree que la solución es la expulsión inmediata y el 16% aboga por llevarlos a un centro de internamiento a la espera de su expulsión. Por contra, el 20% tienen una opinión positiva de los inmigrantes irregulares; alegan que motivos como la importancia de garantizar sus derechos (52%), o el hecho de que proceden de zonas en conflicto (22%) o donde se pasa hambre (26%). Entre ellos, un 54% propone regularizar a los que llevan mucho tiempo en el país.
Sobre las políticas de la Unión Europea, un 60% de los entrevistados creen que son demasiado tolerantes. De hecho, un 64% piensa que nuestra situación no permite acogerlos y un 24% cree que ya se están haciendo esfuerzos notables. Es más, un 12% de los encuestados cree que se les está dando un trato indigno.
Frente a las propuestas europeas, un 51% cree que se tiene que elaborar una ley de fronteras que limite la llegada y un 26% apuesta directamente por cerrar las fronteras. Tan solo el 16% se muestra a favor de acogerlos sin reservas y un 7% cree que se tienen que prohibir los partidos extremistas y xenófobos.