Se dice que las mujeres han recorrido «un largo camino» en los últimos años, como si eso bastase. Como si fuera el punto final de una discriminación histórica que sigue vigente en el campo, en la grada y en las instituciones, como ha demostrado el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. Sin descartar los innegables pasos dados, hay que recordar los que quedan por dar.
Así lo evidencia la principal conclusión del informe ‘Women at the match’ (‘Mujeres en los partidos’), realizado por Football Supporters’ Association: un 34% de las mujeres admite haber sido objeto de comentarios sexistas en los campos. Todavía es mayor el porcentaje (44%) que han escuchado la frase: «Sabes mucho de fútbol para ser una mujer». En total, hasta un 63% de las mujeres asegura haber experimentado o presenciado algún comportamiento machista en un partido de fútbol masculino.
De quitar hierro a denuncias contundentes
La Football Supporters’ Association (FSA) es una organización que opera en Reino Unido y a la que pertenecen 500.000 miembros entre aficionados y organizaciones. Los datos de este estudio los dio a conocer en el Congreso Europeo de Hinchas al que también acudió la entidad española FASFE, homologable a la FSA, y que ha dado a conocer los datos de este informe.
La investigación recoge los testimonios de 2.164 aficionadas de todas las edades, tanto de partidos de fútbol masculino como femenino. Es la actualización de un informe realizado en 2014, donde un 23% de las encuestadas manifestaba haber sido objeto de comentarios machistas, frente al 34%. Esto se debe en gran parte a que las seguidoras aseguran tener menos tolerancia al sexismo que en 2014, cuando se realizó el primer estudio.
Mientras que por aquel entonces un 32% decía que no se sentían «normalmente» molestas por estas actitudes, un 15% ofrece manga ancha ahora. En 2014, un 24% incluso reconocía que se reía de los comentarios, un porcentaje que ha bajado a la mitad en la actualización del estudio. Hasta un 10% decía que los gestos en contra de su condición de mujer en la grada como «parte de la experiencia de un día de partido». Todavía hay un 4% de seguidoras que se adhiere a esta categoría.
«Sabes mucho para ser mujer»
La principal actitud sexista denunciada por las participantes en el estudio es haber escuchado «sabes mucho de fútbol para ser mujer», algo que denuncia el 44% de las aficionadas. Hasta un 34% aseguran haber recibido comentarios discriminatorios. Un 26% ha aguantado que le digan que va al fútbol «porque le gustan los jugadores» y no por méritos deportivos. Finalmente, el 24% afirma haber escuchado cánticos machistas en la grada de la que formaban parte.
«Al comparar los resultados con los de nuestra encuesta en 2014, es decepcionante observar que los incidentes sexistas aumentan en todos los ámbitos», explica la FSA. Más allá de lo verbal, «un 20% de las mujeres asegura haber experimentado ‘atención física no deseada’ mientras asistía al fútbol masculino, lo que representa más del doble que nuestra encuesta de 2014 -8%-«.
Sin embargo, para Ally Simcock, miembro del consejo de FSA y aficionado del Port Vale, opina que «es alentador ver el cambio de actitud de los aficionados en los últimos años, menos propensos a aceptar cualquier tipo de comportamiento sexista o tomárselos como una broma».
Simcock destaca cómo «el movimiento #MeToo ha ayudado a cambiar las percepciones de las personas sobre lo que se puede soportar y es aceptable». Y añade: «La FSA lo tiene claro: en el fútbol no hay lugar para comportamientos sexistas o misóginos. Animamos a todos los aficionados a que los cuestionen y los denuncien a su club o autoridades. El fútbol tiene que ser un entorno seguro y acogedor para todos».
El fútbol femenino es un entorno más seguro
‘Women at the match’ analiza otras cuestiones que ayudan a componer un retrato de las mujeres que van el fútbol. Así por ejemplo, un 70% de las encuestadas reconoce que su primera vez en un campo fue con su familia o padres mientras que las parejas aparecen como introductoras en apenas un 5% de los casos.
Aunque se establecen diferencias con el fútbol femenino. La presencia de mujeres que han visto partidos de esta modalidad antes de los 16 años es de apenas un tercio (la mitad que en el caso del fútbol masculino). La mayoría de las encuestadas encuentra el fútbol femenino en una etapa diferente de la vida y lo hacen desde la firme convicción.
Es una variación muy interesante desde el punto de vista del producto y del futuro que tiene el deporte practicado por mujeres. Tal y como se ha demostrado en el Mundial, los valores que se transmiten son diferentes a los de los hombres. La naturalidad es la nota dominante de las actitudes de jugadoras que se han ido despegando de los estigmas que se asociaban a su juego.
De hecho, las conclusiones del fútbol femenino son más positivas que las del fútbol masculino. Una proporción muy inferior de aficionados informa haber encontrado comportamientos sexistas en los partidos de mujeres y tres cuartas partes (75%) dicen que no han escuchado comentarios o cánticos sexistas o han experimentado «atención física no deseada».
Que los aficionados denuncien
Además de analizar la problemática, ‘Women at the match’ pide intervenciones o soluciones a las seguidoras, conscientes de su mayor intervención para denunciar los incidentes que se producen. La organización de aficionados se pregunta si existe confianza, tanto en los clubes como en las instituciones.
La mayoría de aficionadas están a favor del autocontrol: más de la mitad pide que otros hinchas desafíen censuren los comportamientos sexistas. Igualmente, existe un apoyo total a los equipos que toman la iniciativa, aunque un número importante de las encuestadas no confía en los clubes. Solo un 10% de las que denunciaron comportamientos sexistas vio cómo los empleados de las entidades tomaban medidas contundentes.
Frente a la inacción, las aficionadas responden a esta última pregunta: «¿Qué debe suceder con las personas que tienen comportamientos machistas?». Un 57% de las participantes en la investigación pide que intervengan los responsables de seguridad de los equipos. Un 47% pide castigos como la expulsión del club. Un 39% apuesta por su expulsión inmediata de los estadios y un 22% pide directamente la intervención policial.