Ha participado en la Olimpiada Internacional de Química en Zurich (Suiza) junto a 350 estudiantes de todo el mundo en una competición de 9 días, donde por cierto, ha vuelto a ganar el equipo Chino. Fue seleccionado, tras superar las distintas fases locales, autonómica y nacional -cuarto clasificado en todo el país- para formar parte del equipo español. Es Álvaro Mairlot Ñíguez y ha estudiado en el Instituto Público Azud de Alfeitamí de Almoradí y aunque podría escoger cualquier otra ingeniería va a estudiar Química. Pide más atención y respaldo al profesorado que se vuelca en la preparación de alumnos para estas competiciones de excelencia académica, bastante solo en estas lides en España, y en las que empeñan horas en la preparación. Superó todas las fases proviciales y autonómicas, hasta alcanzar la nacional en Lugo de la mano del profesor Fernando Murcia Gómez. Apenas hay docentes implicados en la provincia de Alicante en esta formación para competiciones de prestigio académica que interesa a muchos alumnos.
Una olimpiada de Física y Química no es lo que hace habitualmente un alumno de bachillerato ¿Cómo te metes en esa historia?
Fue por Fernando, mi profesor, que siempre ha apoyado mucho este tipo de actividades, y lleva muchos años formando en el Instituto. Desde primero estuvimos viendo las olimpiadas, preparándonos un poco, porque en casi todos los sitios es una cosa que se deja de lado. Pero sería muy bonito que se promocionase más. Se lo recomiendo a todo el mundo.
Es una ocasión para compartir experiencias con gente a la que le interesan las mismas cosas…
Sí, claro, al final la gente que vas a conocer probablemente sean amigos que tengas toda la vida, porque se interesan por las mismas cosas que tú, van a trabajar en campos parecidos, y vas a tener contacto cuando seas mayor y trabajes.
Desde el ámbito de la orientación profesional sois estudiantes de Física y Química que estaréis pensando en cursar grados de ingeniería
Sí, yo personalmente pienso en Química, pero en las Olimpiadas de Química hay muy poca gente que quiera estudiar Química (sonríe). Es curioso. Creo que Química es una carrera bastante infravalorada, quizá porque muchos la escogen cuando no saben qué hacer. Pero es una carrera como las demás, muy exigente
Al margen de la experiencia una Olimpiada de estas características exige cierto nivel de concentración y trabajo ¿Cómo ha sido tu preparación?
En España Fernando me preparó mucho temario aparte de Bachillerato. Más extenso. También a nivel nacional unos profesores encargados nos dieron desde Madrid más clases online y fuimos a hacer unas prácticas de laboratorio. Nunca las había hecho. En el internacional hay unas prácticas. Fue nuevo para mí. En los institutos se hace poco. Y es lo más interesante de la Química.
¿Y el resultado para España? ¿Es difícil la prueba?
Bueno… este no ha sido el mejor para España. No conseguimos mucho (sonríe), Al final es lo de siempre. China suele ganar. Son países que llevan mucha preparación. Para ellos es una cuestión de prestigio. Si pierden es un deshonor. Y aquí el interés en España es casi personal. Nos prepararon pero en el caso de la competición internacional, no sabíamos muy bien de qué iba el examen. Los premios son medallas. No hay galardón económico. Vamos más por voluntad. Por gusto. De cada país van cuatro alumnos, pero el examen es individual. Haces muchas amistades, hay mucha camaradería.
El Ministerio de Educación y la Real Sociedad de Química si aportan la inscripción y los desplazamientos. Las pruebas son difíciles. Absolutamente. El teórico son 100 hojas de examen. Iba pasando hojas y eso no se acababa. 5 horas de examen. No entendía nada y pensé que cuando estudiara Química ya lo entendería. Y así me motivaba, porque era muy, muy difícil. Es chungo, chungo. Son pruebas de universidad. Se decía que gente que estuviera en tercero o cuarto de grado no sabría hacer muchas cosas. Por ejemplo, en la provincia de Alicante apenas hay profesores que preparen para este tipo de competiciones. Tengo la idea de que ya en la carrera de Química pueda intentar moverlo un poco y poder preparar a la gente. Los organizadores a nivel de España apoyan esa idea.
¿Qué has aprendido en este periplo de competiciones en los últimos meses?
He aprendido muchísimo. Por ejemplo. No tengo un nivel especial de inglés y he aprendido mucho y me he soltado un poco. Estar con tanta gente de otros sitios te abre la mente. Rompe estereotipos. Siempre se ha ido a olimpiadas de física, de química, de biología. Estaría muy bien que la gente se animara.