Ganar era imperativo, por necesidad y por contexto. Tras un estreno aciago ante el Ibiza, al Córdoba CF de Iván Ania le urgía reconciliar sensaciones y sumar los primeros puntos a su casillero, por lo que la cita en en el Enrique Roca traía su cierto sazón y venía cargada de alicientes. La fórmula era sencilla: poder superar a otro rival directo, salir indemne de la primera salida del curso y aprovechar una nueva opción de dar un golpe sobre la mesa en Primera RFEF. En la otra mano, de paso, también se encontraba la opción de doblegar al Real Murcia en su hogar (1-3) y con ello mandar un mensaje de fortaleza al Grupo 2 de la categoría, y de ahí no se salió el guion. «El balance es positivo, veníamos en busca de la victoria y la hemos conseguido. Salvo ciertos minutos de la segunda parte, hicimos un partido muy completo en un escenario muy difícil y contra un rival muy importante de la categoría», manifestó el propio Ania, técnico blanquiverde, tras el duelo en tierras murcianas.

Un primer acto sobresaliente

Buena parte de la victoria se gestó, precisamente, en una primera mitad al borde de lo impecable en casi todas las facetas del juego: en su dominio, la gestión de las ofensivas y la solvencia en la retaguardia. Para Ania, la virtud del equipo radicó en la buena gestión de los tiempos y la respuesta mostrada tras los desajustes producidos durante el segundo acto. «Es cierto que el gol tan temprano nos dio mucha tranquilidad, pero creo que fuimos dominadores en todo momento. En el descanso intentamos ajustar alguna situación defensiva en la que creíamos que nos podían generar peligro. En la segunda parte, en los primeros quince minutos no fuimos el mismo equipo que en la primera, empezamos a jugar demasiado en largo y nosotros nos sentimos cómodos circulando el balón, generando superioridades en banda, que las estábamos creando con las incorporaciones tanto de Albarrán como de Calderón. Ese tercer gol nos dio la tranquilidad para volver a ser nosotros mismos», señaló concienzudo.

Otra de las claves para llevarse la cita, según el ovetense, se encontró en saber llevar a cabo la receta ideada para superar a los pimentoneros: «El plan de partido, en cuanto a desarrollo del juego, sí que generamos peligro donde creíamos que lo podíamos generar. En las otras situaciones del juego sí que sabíamos dónde podíamos generarle peligro al Murcia, por sus características, y en ese sentido sí que estuvimos acertados», afirmó. «Defensivamente nos hicieron peligro con el juego directo con Carrillo, no fuimos ganadores en la disputa, tendríamos que haber recogido mejor en la segunda jugada de cara. La idea era ganar, lo conseguimos. Teníamos un inicio muy difícil contra dos de los equipos importantes de la categoría. Hoy conseguimos una buena victoria que nos va a dar moral y tranquilidad y, sobre todo, confianza para seguir creciendo y creyendo en lo que se hace», indicó seguidamente.

Minimizar el empaque local

Entre los análisis previos realizados al Real Murcia, por otra parte, la fórmula diseñada para echar el cerrojo a los tres puntos también concebía minimizar las virtudes de un conjunto grana lanzado en lo anímico tras estrenarse con victoria en la primera jornada, además de dispuesto a dejar buenas sensaciones en su debut oficial ante el murcianismo esta temporada. «Habíamos dicho antes del partido que era muy importante los primeros minutos, porque sabíamos que ellos, después de ganar en Granada, venir como primera jornada de local, iban a salir muy intensos. Teníamos la idea y la premisa de que en esos minutos no sucediera nada y que fuéramos creciendo a lo largo del partido, pero se dio esa circunstancia positiva y creo que las hemos aprovechado muy bien», finalizó.