El Monbus Obradoiro y el Río Breogán se enfrentaban este domingo en la final de consolación del VII EncestaRías tras perder sus encuentros con Unicaja de Málaga y Benfica, respectivamente.
Los compostelanos llegaban a este derbi con más dudas que certezas tras un primer enfrentamiento en el que los de Moncho Fernández pecaron de un gran desacierto en el tiro exterior, sufrieron demasiadas pérdidas y demostraron carencias defensivas. Le tocaba sacar la pizarra al Alquimista de Pontepedriña para dar las indicaciones adecuadas a sus pupilos para corregir los errores del partido del sábado.
Salían a pelear el salto inicial Artem Pustovyi y Juan Fernández, cayendo este del lado del Breogán, que anotaba rápidamente por vía de Erik Quintela. Respondía rápidamente Álvaro Muñoz, tras falta previa al interior ucraniano, con una gran finta de tiro para botar y anotar de 2.
Empezaba el partido con mucho ritmo y con un Obra que demostraba mejores sensaciones que los celestes, con un Pustovyi que dominaba por dentro y anotaba a placer (9-4). Pero rápidamente respondía el Breogán para adelantarse 9-10, hasta que apareció Muñoz con una acrobática canasta de la que también sacaba una falta, en la que anotaba el adicional.
Eric Washington, que comenzó en el banquillo tras su irregular partido ante Unicaja, entraba a pista como único base. Jugaba con más calma el base americano y siendo menos impulsivo, demostrando una mejor dirección de juego en solitario que acompañado por otros bases y consiguiendo puntos para el Obra.
Mientras, el Breogán no lograba aprovechar sus tiros libres, anotando 4 de 8 lanzamientos que les impedían tomar la delantera. Pese a ello, una buena canasta de Sergi Quintela en el cierre del cuarto les permitía finalizar los primeros diez minutos con empate a 18.
El Obra comenzaba con mejores sensaciones, con una mejor defensa y dirección, queriendo mantener ese juego en el segundo cuarto, aunque de nuevo impreciso en el triple (1/7). Salía con dos bases, Washington y Fernando Zurbriggen, el equipo compostelano y se volvía a atascar el equipo en la ofensiva. Pese a ello, el Breogán también se mostró tosco en ataque, con solo una canasta durante los primeros 3 minutos (18-20).
El Alquimista reculó con Washington y volvía a introducir a Pol Figueras. Pese a todo, las imprecisiones seguían en los santiagueses con dos directores en pista. Su primera canasta llegaba a los 6 minutos por vía de Rubén Guerrero, a pase de Zurbriggen. Un cuarto que comenzaba completamente opuesto al anterior, con tan solo dos canastas en su ecuador.
Volvían Pustovyi, Tres Tinkle y Muñoz a pista, en busca de recuperar las buenas sensaciones iniciales, y con Harguindey rompiendo la pareja de bases en pista sacando al argentino. Pese a ello, el juego no mejoraba y ambos equipos sacaban pocos puntos (22-23).
De nuevo, Moncho decidía volver a probar con sus tres bases en pista, respaldados de Suárez y Pustovyi. Los compostelanos sacaban faltas y lograban la quinta por medio de Washington, que anotaba uno de sus dos tiros (23-23) con poco más de tres minutos y medio. Mismo resultado sacaba el gigante ucraniano del Obra en la línea de personal, mientras el Breogán seguía atascado, especialmente desde el tiro exterior donde no había anotado aún.
Mejoraban en la ofensiva los dos equipos en el tramo final, con saldo positivo para los lucenses con un gran Polite y un dos más uno de Sergi Quintela que ponía el marcador 29-32, sin moverse hasta cerrar la primera parte.
Se iba Moncho con dudas a los vestuarios, teniendo que buscar soluciones para recuperar la buena dirección de juego de los primeros diez minutos y reencontrarse en la ofensiva. Mientras, Veljko Mrsic debía mantener la confianza en ataque en los suyos, especialmente exigiéndoles mayor acierto desde la línea de personal y trabajo en defensa para cortar las virtudes del Obra en ataque.
El mejor en la primera parte fue Polite, con 10 puntos y 4 rebotes, mientras que en el Obra era Washington con 7 tantos, 2 asistencias y 3 rebotes. Los dos equipos se mostraban desastrosos desde el triple con un 9,1 % (1 de 11) para los compostelanos y de un sorprendente 0 % para los lucenses (0/9). Además, los de Moncho cometieron 7 pérdidas, mientras que sus rivales padecían de un mal acierto en los tiros libres con un 52,6 % (10/19).
Saltaban los dos equipos a pista con algo más de decisión en ataque que en el cuarto anterior. El Breo conseguía sus primeros triples del encuentro por medio de Jogéla, que anotaba dos consecutivos (31-40). Mientras, Tinkle y Marek Blazevic se cargaban con su tercera falta cada uno, con dominio de los celestes ante un Obradoiro completamente perdido, poniendo la primera diferencia de dobles dígitos (31-41).
Ambos equipos volvían a atascarse en la ofensiva (34-43) y Blazevic, único faro en el ataque del Obra, se llevaba una técnica en el choque amistoso que le permitía a Momirov anotar el tiro libre y que dejaba al lituano en el banquillo por decisión del Alquimista.
Pugnaban los compostelanos por evitar la diferencia de dos dígitos, pero no se lo ponía fácil un Breo con mayor acierto exterior, mientras que el Obra buscaba picar piedra a través de Pustovyi, que se volvía una pesadilla para los celestes cargándolos de faltas y sacando puntos. El canterano Bocca reducía la diferencia con dos tiros libres anotados 43-51, pero Sergi Quintela anotaba al cierre del cuarto para mantener el +10.
Salía el Obra a los 10 minutos finales con dos bases, Pol Figueras y Zurbriggen, buscando reencontrarse en ataque, y con Muñoz, Pustovyi y un Tinkle con 0 puntos. Los dos conjuntos salían algo espesos a la cancha en los primeros 3 minutos, donde Mrsic se llevaba una técnica por protestar una falta en ataque de su equipo que no convertía Figueras (44-57).
A partir de ahí, el Obra mejoró en ataque y Tinkle anotaba por fin imitando a Jogéla, ya que conseguía dos triples que le aportaban sus primeros puntos en el choque y metía a los santiagueses de nuevo en el encuentro (52-59). Pero la desconcentración del Obra se tradujo en desesperación ante un rival que mató el encuentro aprovechando los errores de los santiagueses, que terminaron con Pustovyi expulsado y con Moncho cabreado (54-69).
El Obra trató de recuperar la compostura y cerrar el partido del mejor modo posible, intentando maquillar el marcador ante un Breo con la plantilla más completa que los santiagueses, que esperan por Thomas Scrubb, Jordan Howard y Rigoberto Mendoza. El partido finalizó 60-74.