España es el país de la hipercompetencia, en clientes e infraestructuras, con los tres grandes operadores europeos dominando un mercado con centenares de compañías. Telefónica es líder del sector, en clientes e ingresos, por delante de la filial española de la francesa Orange y de la británica Vodafone. Las tres se conocen como operadores de red porque tienen una enorme capacidad desplegada, que en el caso de Telefónica alcanza todo el territorio.
Este despliegue ha sido posible, además de por la inversión de las empresas, por la obligación del regulador nacional, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), de que Telefónica facilitase al resto de operadores el acceso a sus infraestructuras de obra civil (conductos, registros, arquetas y postes) para desplegar sus propias redes de fibra óptica. Tras el despliegue, las tres empresas deben facilitar el acceso a su red a otras, lo que permite la existencia de un cientos de operadores que no tienen red pero que las ‘alquilan’ a los grandes operadores para poder dar servicios a sus clientes.
El mercado de banda ancha fija (Internet fijo) suma un total de 17,12 millones de conexiones, el 93,2% de las cuales tenían una velocidad igual o superior a 100 megabits por segundo. El 83,1% de esas conexiones están basadas en accesos de fibra, lo que lleva a España a ser el país europeo de la OCDE con un mayor porcentaje, detrás de Corea (87%) y Japón (83%) y muy por encima de la media de la OCDE (35%). En móvil cuenta con un total de 59 millones de conexiones.
Otros operadores
MásMóvil es la cuarta operadora en discordia, una ‘start-up’ creada en 2006, que se benefició de los ‘remedies’ impuestos por la Comisión Europea en 2016 para dar luz verde a la fusión entre Orange España y Jazztel. Las cuatro grandes copan el 79,8% de los ingresos minoristas —frente al 85,6% de 2017— y más del 90% las líneas, de banda ancha fija (92%) y móvil (90,9%). A los cuatros grandes se suma un emergente grupo de operadores muy activos de menor tamaño, como DIGI, Lyntia, Adamo y Avatel, con unos despliegues de red relevantes en 2022, si bien sus niveles de cobertura se sitúan todavía lejos de los niveles logrados por los primeros.
Todos, incluidos los cuatro grandes, se desmembran a su vez en decenas de marcas que deriva en una intensa guerra comercial en tres niveles: ofertas convergentes (fijo y móvil), con televisión de pago (‘premium’) y ofertas ‘low cost’. La facturación al cliente final por todos los servicios de comunicaciones electrónicas y audiovisuales en 2022 superó los 24.000 millones de euros, con un incremento del 3,1%, respecto al año anterior, pero en el caso de los servicios de comunicaciones electrónicas el repunte es solo del 0,2%. La subida es todavía menor si se compara con el crecimiento del tráfico de datos de comunicaciones fijas y móviles en el último año (42%)
El sector se encuentra en plena concentración –tras la unión entre MásMóvil y Euskaltel en 2021 que dio lugar a un cuarto operador con más músculo– con el anuncio de fusión entre Orange y MásMóvil que daría lugar a un nuevo operador líder del mercado residencial fijo y móvil en términos de conexiones, aunque Movistar (Telefónica) mantendría su liderazgo en cuanto a ingresos. La Comisión Europea abrió en marzo de 2023 una investigación en profundidad. Estaba previsto que Bruselas se pronunciase el 4 de septiembre sobre la operación, pero a mediados de julio anunció que paraba el reloj para estudiarla con calma sin fecha prevista de resolución.