Del color árido al azul para mantener la paz. Las Naciones Unidas llevan desde 1948 desplegando personal militar para operaciones de paz en distintos puntos del mundo. Ese año el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue de observadores militares en el Oriente Medio para vigilar el cumplimiento del Acuerdo de Armisticio entre Israel y sus vecinos árabes. Desde entonces, los característicos cascos azules han participado en más de 50 operaciones, de las que actualmente hay activas doce. Más de un millón de hombres y mujeres han servido a la bandera de las Naciones Unidas en los últimos 75 años, entre ellos casi un millar (918) de militares procedían de unidades con base en las Islas Canarias, en total 571 canarios de nacimiento.
Personal isleño de los tres ejércitos que componen las Fuerzas Armadas españolas –Ejército de Tierra, Ejército del Aire y del Espacio y la Armada– han participado en distintas operaciones en el exterior. Pero es el Ejército de Tierra, en concreto la Brigada Canarias XVI, la que carga a sus espaldas con dos operaciones bajo el mandato de la ONU. La unidad, desde que se creó en 2008, ha formado parte en dos ocasiones de la misión que la organización mantiene en el Líbano desde 1978, conocida como operación Libre Hidalgo o Misión de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Unifil, por sus siglas en inglés). En 2006, cuando se desencadenaron de nuevo las hostilidades entre ambos países, España desplegó allí sus unidades.
¿El objetivo? Garantizar que se respeta la frontera entre Líbano e Israel. Es decir, monitorizar el cumplimiento de la Resolución 1701 de 2006 de Naciones Unidas por la que se insta a ambos países a que apoyen un alto el fuego permanente y a la búsqueda de una solución a largo plazo del conflicto. Todo ello, colaborando con las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF) en el sur del país y a lo largo de la Blue Line (Línea Azul)– demarcación virtual entre los dos países–. Los cascos azules deben supervisar el cese de las hostilidades y ayudar a garantizar el acceso humanitario a las poblaciones civiles y el regreso voluntario y en condiciones de seguridad de las personas desplazadas.
Control del sector Este
En la actualidad, el general español Aroldo Lázaro Sáenz es el comandante y jefe de la misión y forman parte de ella 10.587 personas de 40 naciones. Es la segunda vez que España asume el Mando de la Fuerza y la Jefatura de la misión. La ONU está desplegada en dos sectores, el Este y el Oeste, bajo mando español e italiano, respectivamente. Y las tropas canarias han colaborado en este liderazgo. El contingente español llegó a contar con un máximo de 1.100 militares y se mantiene desde 2012 entre 600 y 700. A día de hoy, hay alrededor de 680 militares desplegados.
El Mando de Canarias generó por primera vez la Brigada del Líbano (Brilib), con alrededor de 600 efectivos, en mayo de 2017 bajo el mando del general Venancio Aguado de Diego que se convirtió en responsable del sector Este hasta noviembre de ese mismo año. Aguado, natural de Segovia, estuvo al frente de la Brican XVI desde 2016 hasta 2020.
El contingente de la Brilib XXVII se constituyó sobre la base de la Brigada Canarias XVI, que tiene su cuartel general en el Acuartelamiento General Alemán Ramírez en Las Palmas de Gran Canaria. De los 600 efectivos españoles que conformaron el contingente, el 88% procedían de las tropas del Archipiélago y unos 300 eran canarios de nacimiento. De ellos, 34 fueron mujeres. El contingente incluía personal de otras unidades del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil, así como 52 componentes del contingente de El Salvador, una compañía del Ejército serbio, dos militares mexicanos y batallones de India, Nepal e Indonesia.
En la generación del contingente que se trasladó hasta el Líbano, todas las unidades de la Brigada Canarias aportaron personal a la composición del mismo: el Regimiento de Infantería Tenerife 49, el Regimiento de Infantería Canarias 50, el Regimiento de Infantería Soria 9, el Regimiento de Artillería de Campaña 93, el Batallón del Cuartel General, el Grupo Logístico XVI, el Batallón de Zapadores XV y el Grupo de Caballería Ligero Acorazado Milán XVI.
Además, contribuyeron al contingente personal del resto de Unidades del Mando de Canarias: el Cuartel General, el Regimiento de Artillería Antiaérea número 94 y el Batallón de Helicópteros de Maniobra VI. Y también hubo aportación de otras unidades destinadas en Canarias como la Agrupación de Apoyo logístico 81, y el Batallón de Transmisiones VI/22.
Tan solo cuatro años más tarde, en noviembre de 2021, las unidades del Mando de Canarias volvieron a coger el testigo en el Líbano como la Brilib XXXVI hasta mayo de 2022. Convirtiéndose la Brigada Canarias XVI en la Unidad Base Generadora y, por lo tanto, en líder de la misión en Oriente Próximo. Esta rotación estuvo encabezada por el general Ramón Armada Vázquez, quien fue jefe de la Brigada Canarias de marzo de 2020 a julio de 2023. En total, 472 militares de todas la unidades de la Brican XVI se integraron en la Brigada multinacional que España lidera, compuesta por unos 3.500 militares de nueve países.
El Grupo Táctico Ligero Protegido realizó patrullas junto a unidades de las Fuerzas Armadas Libanesas, escoltó a las diferentes rotaciones del personal y montó observatorios y check points para realizar vigilancia y controles en la zona. La unidad de Zapadores realizó trabajos de nivelación y empleo de maquinaria de ingenieros, además de obras de protección. Y la Unidad Cívico Militar realizó numerosos enlaces con personalidades. Además, fue la encargada de planificar y organizar programas dirigidos a la población libanesa como el Programa Cervantes, Sancho Panza o el Almazara, entre otros. El contingente canario, con esta interacción en el entorno civil, buscó contribuir en el desarrollo, estabilidad y progreso de la zona y a la mejora de la percepción de la sociedad hacia la labor de las Fuerzas Armadas.
Lo cierto es que la Brigada Canarias retomó, después de casi dos años, el Programa Cervantes, basado en cursos de español que los militares destinados en la misión imparten en colegios y centros culturales del sur del Líbano durante su tiempo libre. Esta iniciativa, que se lleva a cabo en colaboración con el Instituto Cervantes, ha acercado el español a más de 6.000 estudiantes, desde que se iniciaran las clases en 2006.
Tensión en la zona
La Brigada Canarias no tuvo que lamentar bajas durante los dos periodos de seis meses en los que las tropas isleñas estuvieron desplegadas en el Líbano, pero la zona vive ahora un momento de mucha tensión con intercambio de misiles entre ambos bandos lo que provoca mayor riesgo para los militares allí desplegados. Bajo este clima de tensión, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió el pasado jueves prorrogar la misión en el Líbano hasta el 31 de agosto de 2024 tras una sesión con numerosas discrepancias sobre la libertad de circulación de los cascos azules. La resolución fue aprobada con 13 votos a favor y la abstención de Rusia y China. La milicia chií libanesa se mostró contraria a la renovación del mandato de Unifil.
En las últimas semanas se han dado distintos incidentes en la demarcación dispuesta por la ONU tras el retiro de las tropas israelíes del sur libanés en el año 2000. Desde que España entró en la misión, en 2006, han fallecido 16 soldados españoles. En total, el Ejército español ha contribuido en la operación con el despliegue de 22.024 personas, entre personal militar, guardias civiles e intérpretes. Esa zona de Oriente Próximo es una de las más calientes del mundo y sufre incursiones y ataques frecuentes.
El pasado 6 de julio, Israel atacó con artillería el territorio libanés adyacente a la Línea Azul tras el disparo de un proyectil desde Líbano. Incidentes de ese tipo han provocado bajas. En 2015, el cabo Francisco Javier Soria Toledo, de 36 años, murió tras ser alcanzado por un proyectil lanzado por el Ejército de Israel. Ocho años antes, en 2007, seis legionarios murieron en un atentado con coche bomba.
El 10 de julio el general español Aroldo Lázaro acudió a una reunión de emergencia de alto nivel en el Líbano para tratar la escalada de tensión en la frontera con Israel, que ha ocupado una zona libanesa, mientras Hezbolá mantiene tiendas de campaña en un punto supuestamente israelí. Y el pasado 16 de agosto el jefe de misión presidió una reunión tripartita con altos oficiales de las Fuerzas Armadas Libanesas y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en una posición de la ONU en Ras al-Naqoura. Las discusiones se centraron en la situación a lo largo de la Línea Azul, las violaciones aéreas y terrestres y otras cuestiones dentro del alcance del mandato de la Unifil. Lázaro instó a las partes a seguir aprovechando los mecanismos de enlace y coordinación evitando al mismo tiempo acciones unilaterales.
El número dos de Naciones Unidas para los cascos azules, Jean-Pierre Lacroix, destaca el carácter especial que le han imprimido a la misión las Fuerzas Armadas españolas. «Sirven a las comunidades locales con calidez y compasión», asegura el vicesecretario general de Operaciones de Paz de la ONU.
En estos momentos, España aporta 680 efectivos militares y policiales (51 de ellos, mujeres) a las misiones globales de Naciones Unidas. El grueso, 664, en Líbano, pero contribuye también con una pequeña dotación en República Centroafricana y en Malí, pero esta va a finalizar tras la petición de la junta militar que dirige el país subsahariano. En la última década, España también ha contribuido con 88 efectivos a la misión para monitorizar el acuerdo de paz en Colombia. «En general, España ha sido muy generosa en su contribución a las misiones de la ONU», subraya Lacroix. Además de los 16 fallecidos en Líbano, España perdió entre 1992 y 1995 a 15 soldados en la misión que desplegó la ONU en Croacia y Bosnia Herzegovina. Y un soldado murió en una misión de los cascos azules en Guatemala en 1998.
Otras operaciones
La tropas canarias no solo han viajado al extranjero como cascos azules, también cuentan con una amplia experiencia en otro tipo de misiones en el exterior. La Brigada Canarias XVI ha participado en la operación Reconstrucción (R/A) en Afganistán, bajo mandato OTAN, hasta en cinco ocasiones desde 2007 hasta 2013. Allí se desplegaron unos 3.000 militares de la Brican XVI, 1.850 canarios. El objetivo de la misión era proporcionar seguridad al destacamento, realizar labores de escolta y garantizar el apoyo al gobierno provincial y de los distritos en la implantación de un ambiente seguro, estable y democrático. Las tropas españolas estuvieron en la zona durante 19 años –desde enero de 2002 hasta mayo de 2021–, y llevaron a cabo más de 1.400 misiones. En ellas fallecieron hasta 102 soldados españoles.
La Brigada Canarias también participó en la European Union Training Mission (EUTM) en Mali, bajo mandato de la Unión Europea, hasta en dos ocasiones, en 2014 y en 2019, proporcionando al Ejército maliense entrenamiento militar y asesoramiento en materia de cadena de mando, logística y gestión de recursos humanos, así como asesoramiento en materia de derecho internacional humanitario. En total desplegaron unos 175 militares de la Brican, 110 canarios.
En 2019, el personal de la Brigada se integró en el contingente de la Misión de Apoyo a Irak (A/I) con el objetivo de adiestrar y capacitar a las fuerzas y cuerpos de seguridad iraquíes en su lucha contra el Daesh, formando parte de la Task Forc Besmayah que ha entrenado y formado a más de 34.000 soldados y policías. Un total de 300 militares de la Brican XVI se desplazaron hasta la zona de marzo a noviembre de 2019, de los cuales 190 eran canarios.
El Regimiento de Infantería Ligera Canarias 50 también ha participado en la misiones de Afganistán, Líbano y Mali. Además, en 2002, una Sección de Fusiles de este regimiento, participó en la Operación Charlie-Sierra XVII en Bosnia Herzegovina. Y en 2004 en la Operación Charlie-Sierra XXII también en el país balcánico. Al mismo destino se desplazó una sección de fusiles del Regimiento de Infantería Tenerife 49 en 1999. En 2003, en Kosovo, intervino también con una Compañía de Fusiles. También personal de otras unidades como la Agrupación de Apoyo Logístico 81 o el Batallón de Zapadores XVI han formado parte de estas operaciones.
El Mando Aéreo de Canarias también mantiene una participación activa en misiones en el exterior. A diferencia de lo que ocurre con el Ejército de Tierra, no se envían grandes grupos de militares a los países, sino que se trata de perfiles más concretos para cubrir determinados puestos. Uno de los ejemplos es el del Capitán Abián Gregorio Carreño en la Operación EU Navfor-Atalanta en las aguas del Golfo de Adén y Oeste del Océano Índico. Concretamente, en el destacamento Orión en Yibuti, donde estuvo destinado desde noviembre de 2022 a marzo de 2023 encargado de la gestión del recurso financiero del destacamento y la coordinación de actividades con los países aliados en Yibuti. En la misma misión participó la cabo Nélida Martín Dorta en septiembre de 2021 como intérprete. También está el ejemplo del cabo primero Moisés Díaz Bastarrica, que participó en el Destacamento Aéreo Táctico (DAT) en la misión de Apoyo a Mali entre octubre de 2020 y enero de 2021.
Y la Armada en Canarias también cuenta con una larga lista de misiones fuera de España. El Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Canarias (Marcan) y sus cuatro busques –Meteoro, Rayo, Relámpago y Tornado– han surcado mares en distintos puntos del mundo. Bajo el mandato de la Unión Europea, los busques de Acción Marítima, con una dotación de 86 personas, se han desplegado hasta en 12 ocasiones por la Operación Atalanta, para luchar contra la piratería en el océano Índico. Rayo, con 60 personas a bordo, también ha participado en la Operación Sophia en el Mediterráneo central para prevenir flujos de inmigración irregular.
Bajo el mandato de la OTAN, los buques también han participado en la Operación Sea Guardian para luchar contra el terrorismo marítimo. Además, se han desplegado en la costa occidental de África y el Golfo de Guinea (GoG) para contribuir a la vigilancia marítima.
Por su parte, la Unidad de Seguridad de Canarias (Uscan) también ha aportado grupos de militares a las misiones internacionales. Bosnia y Herzegovina, el Líbano, Somalia o el mar Mediterráneo son algunos de los destinos en los que agrupaciones de la Uscan se han desplegado. En el caso de la Unifil, la única bajo el mandato de la ONU, la unidad aportó en 2008 un equipo operativo de seguridad de once personas y en 2010 un guía canino y dos perros detectores de explosivos.