Hasta hace poco había dos tipos de fans de Star Wars, los que sabían quién era Ahsoka Tano y los que no. Después del estreno de ‘The Mandalorian’, la nueva serie de la franquicia galáctica, dudo que quede algún seguidor que ya no lo sepa. El personaje, creado expresamente para una de las series de animación, se ha integrado en la mitología de Star Wars como alguien de carne y hueso. La nueva serie de televisión centrada en la jedi viene a consolidar y potenciar sus grupos de fans. A Rosario Dawson ya la vimos empuñar el sable láser en la segunda temporada de ‘The Mandalorian’. Por aquel entonces, yo no sabía quién era el personaje y eso que me consideraba fan de la saga cinematográfica. Pero el personaje procedía de la televisión y yo no había visto la serie de animación. Este título está abandonando su condición de producto menor y se está abriendo paso a codazos dentro de la mitología de la saga. Los grandes arquitectos del nuevo renacer de Star Wars no son ni J. J. Abrams, ni Rian Johnson. Ni siquiera Jon Favreau. Es Dave Filloni el creador de la serie animada de ‘Las guerras clon’, que fue producida por George Lucas poco antes de vender los derechos de la franquicia al imperio Disney.
Ahsoka Tano es uno de esos ejemplos en lo que un personaje creado para alguno de los productos derivados de una gran franquicia ha acabado alcanzando un éxito inesperado de manera que ha habido que meterlo, aunque fuera con calzador, en la continuidad de la saga. Uno de los ejemplos que se me viene ahora a la cabeza es el de Harley Quinn en la serie animada de Batman de los 90. La actriz que la llevó a la fama, Arleen Sorkin, ha fallecido tristemente esta semana. Fue ella quien empezó a poner la voz al personaje de la novia del Joker. Casualmente en aquella serie era Mark Hamill (el actor que interpreta a Luke Skywalker en ‘Star Wars’) quien interpretaba a la versión animada del payaso asesino. La popularidad de Harley Quinn fue tal que pronto llegó a ser incorporada a los cómics y a la mitología del hombre murciélago. Actualmente el personaje tiene otra serie animada con tono gamberro dirigida a un público más adulto en la que le pone la voz Kaley Cuoco (Penny en ‘The Big Bang Theory’). Aunque posiblemente para muchos la versión más conocida es la de la saga de películas de El escuadrón suicida protagonizada por Margot Robbey, que este verano arrasa en los cines de todo el mundo interpretando a Barbie. Otro personaje nacido en la televisión transformó el universo DC en su día. Concretamente, en la serie Smallville, que narraba las aventuras de un Clark Kent adolescente antes de ser Superman, conocimos a Chloe Sullivan como una de sus mejores amigas de la infancia del superhéroe. Llegó a incorporarse a los cómics de Superman, pero la actriz que lo interpretaba, Allison Mack, cayó en desgracia y llegó a ser condenada por su pertenencia a una secta sexual, captando mujeres para su líder. Ya nadie se acuerda de Chloe Sullivan.
El caso de Ahsoka fue similar a los anteriores. Se incorporó a la serie animada de Clone Wars y cuentan las entrevistas que fue el propio George Lucas, quien se lo impuso a los responsables del título. Ahsoka era la padawan (o aprendiz de jedi) de Anakin Skywalker antes de transformarse en el malvado Darth Vader. Lucas quería que la serie mostrara a Anakin con alguien bajo su responsabilidad. Y de alguna es una figura paterna de Ahsoka. Como pasó con Harley Quinn, en la serie animada era otra actriz quien la interpretaba, Ashley Eckstein, y no fue hasta el salto del personaje a las series de acción real que el manto pasara a manos de Rosario Dawson. Por cierto, que Ahsoka continuaría en las siguientes series animadas de la franquicia, como ‘Star Wars Rebels’, donde también aparecían algunos de los personajes que la acompañan en el título de imagen real recientemente estrenada en Disney Plus. Otra curiosidad, en el duelo final del Episodio IX de Star Wars la voz de Ahsoka, junto con la de otros ilustres jedis, es una de las que aparecen entre el coro de viejos personajes que ayudan a la caída definitiva de Palpatine. A la versión real de Ahsoka que tenemos en la nueva serie, la vimos en The Mandalorian y nos reencontramos con ella en ‘El libro de Boba Fett’ en un episodio en el que compartía cartel ni más ni menos que con Luke Skywalker. Momento que tenía el morbo de que la veíamos con el hijo de quien había sido su maestro.
Ahora le ha tocado a Ahsoka protagonizar su serie en solitario y nadie creería mucho eso de que es un personaje que le impuso Lucas a Filoni. Se nota que la serie es toda una carta de amor del showrunner al universo Star Wars. Las primeras secuencias están plagadas de homenajes a la saga. Desde esas letras para introducirte en el prólogo, aunque sean rojas y no se pierdan en la inmensidad del espacio, o esa persecución inicial con una nave que parece gigantesca, cambiando la perspectiva del plano, eso sí, mostrando el avance desde arriba. En esa primera escena parece que estamos viendo el inicio de Una nueva esperanza, pero una vez en el interior de la nave, la secuencia se parece a la escena inicial de ‘La amenaza fantasma’ con esa emboscada a los jedi de la Federación de Comercio. Incluso el implacable avance de lo que parecen siths recuerda mucho a esa sorpresiva aparición de Darth Vader en ‘Rogue One’. Como The Mandalorian, está centrada en los hechos posteriores a ‘El retorno del Jedi’ y nos va dando detalles de cómo resurgió el Imperio entre la segunda y la tercera trilogía. Pero los homenajes no acaban ahí. Tenemos una secuencia de búsqueda del tesoro en unas antiguas ruinas que parece sacada de ‘Indiana Jones’, el otro gran personaje de la factoría Lucas.
Y aquí es donde llegamos al que considero el gran error de la serie y que llega por momentos a sacarme de la historia. Se trata de otro truco de guión que ya usaron en ‘El despertar de la fuerza’ y que ya me irritó entonces. En el ‘Episodio VII’ buena parte de la trama giraba en torno a la búsqueda de un mapa que supuestamente iba a revelar el paradero desconocido de Luke Skywalker, a quien hace años que está desaparecido de la galaxia. En Ahsoka, ese mapa perseguido por todos los personajes esconde el paradero del Almirante Thrwan, un villano creado para las novelas y las series de animación y que ‘The Mandalorian’ se encargó de conectar con el canon de ‘Star Wars’.
La búsqueda de estos mapas siempre ha estado presente en las tramas de Star Wars. Sobre todo cuando hablamos de los planos de la Estrella de la Muerte. No se trata de unos planos hechos expresamente para revelar el punto débil de la estación espacial. Son simplemente los diseños para poder construirla. Un buen programa de inteligencia artificial siempre va a ser capaz de encontrar ese punto débil que, tras un disparo certero, causará una reacción en cadena que lo destruirá todo. Pero lo que no entiendo, ni entenderé, es qué necesidad tiene alguien que no quiere ser encontrado de ocultar su ubicación en un mapa y esconderlo en un sitio donde cualquiera puede encontrarlo. En la película me chirriaba y ahora que lo han vuelto hacer me chirría aún más. Me pregunto qué puede impulsar a alguien que no quiere ser encontrado a guardar esa información en un dispositivo. Basta con no hacerlo para ahorrarse todas esas molestias y riesgos de que la información caiga en manos no deseadas. Cada vez que se ponen a hablar del mapita, no puedo evitar desconectar de la serie. No me lo creo. Pero, a pesar de este agujero de guión ahí estaremos para ver los ocho episodios, porque no sólo de mapas vive su guión.
Se nos anuncia la aparición de Hayden Christensen retomando su papel de Anakin, como ya hiciera en la serie de Obi Wan Kenobi. Con lo que tendremos el morbo de ver a Ahsoka de nuevo con su antiguo mentor. Con el aliciente de que la trama de la serie ocurre justo después de ‘El retorno del Jedi’. ¿Será un Anakin redimido a modo de visión como el que vio Luke en la fiesta de los ewoks? ¿O será el topicazo del flashback? El otro plato fuerte es el de Lars Mikkelsen en el papel del Almirante Thrawn en el que promete ser uno de los duelos más esperados de la serie. ¿Quemarán todas sus naves en estos ocho episodios o se guardarán algo para una hipotética segunda temporada?