Un paso en falso, la primera derrota en el Mundial, ha colocado a España en un punto sin retorno, el mismo en el que se encuentra Canadá, su rival este domingo: el que gane se mantendrá vivo en el torneo y accederá a los cuartos de final (15.30 h. La 2). El perdedor se tendrá que ir a casa.
La selección de Scariolo, vigente campeona del mundo, no podía pensar en algo así hace 48 horas. Había dado muestras de solvencia en defensa en la fase de preparación y en el partido clave frente a Brasil. Habían aparecido ciertos brotes verdes con la aportación de los jóvenes, como Núñez, Garuba y Aldama. Así que el camino parecía desbrozado para llegar a la fase final de Manila (Filipinas). Pero la imagen de la selección en el día D frente a Letonia resultó irreconocible: blanda, sin pegada y con una alarmante falta de concentración y eso lo ha puesto al borde del abismo. “Hay que ser honestos. No fuimos el mejor equipo ni fuimos el equipo agresivo que tiene que verse en este campeonato”, reconoció Rudy tras la derrota.
“El de Canadá un partido de gran trascendencia. Lo importante es jugarlo como nuestra historia y nuestra tradición lo requiere. Hay pocas previsiones a nuestro a favor a priori, pero no existe un partido imposible ni un rival imbatible. Lo importante es jugar como sabemos, con la identidad de este equipo”, señaló en la previa Scariolo, que intentó restar dramatismo a un partido a vida o muerte. “La historia de este equipo no termina mañana, ganemos o perdamos. Hay mucho más adelante, que viene, y un pasado que hay que mantener con fidelidad a los valores. Si nos ganan porque son mejores o más atléticos, les felicitaremos y seguiremos adelante”.
Las dudas sobre la presencia de Sergio Llull añaden más incertidumbre al difícil examen al que deberá someterse la selección frente a Canadá, una de las grandes candidatas al podio, que hasta su tropiezo frente a Brasil había aplicado el rodillo frente a sus rivales. “Llull tiene una contusión en el gemelo izquierdo. Pero bien no está. No se correrá riesgo en casa de que pueda existir. Pero Sergi tiene un gran corazón y tiende a llegar hasta donde pueda”, apuntó el seleccionador.
La selección se reunió al mediodía para analizar los errores cometidos frente a Letonia y los jugadores apelaron a la necesidad de vaciarse por completo frente a un rival como Canadá que, seguramente, supera por calidad y físico a la selección española, y que cuenta con estrellas de la talla de Shai Gilgeous-Alexander (Oklahoma City Thunder) o JR Barrett (New York Knicks), muy difíciles de frenar a nivel individual. También recibió la visita del anterior presidente de la federación Jorge Garbajosa, que ya ejerce como presidente de FIBA Europa y acudió al entreno del equipo.
“Disfrutar en la pista”
“Hay que ganar. Estamos convencidos. Dependemos de nosotros mismos, de nuestra concentración, de nuestras ganas, analizó el pívot de la selección, Willy Hernangómez sobre el muro que deberán escalar frente a Canadá. “Es un partido en el que tendremos nuestra oportunidad. Les conocemos bien. Hemos jugado contra sus jugadores en Estados Unidos. En un partido de esta importancia, todo puede pasar y vamos con la ilusión de darlo todo y más”, dijo el nuevo jugador azulgrana.
“No hay ninguna carta mágica que te hagan en un partido”, remarcó su hermano Juancho. “Pero sabiendo que son mejores, más físicos solo hay un camino: jugando como equipo, pasándonos el balón, defendiendos, siendo un muro. El que no crea que no venga al partido”.
El todo o nada frente a Canadá es, además, un escenario que le resulta familiar a la selección, obligado a jugarse la clasificación a un solo partido. Esa es una referencia que los más veteranos del equipo han querido trasladar a los jóvenes, aunque esta España tiene poco que ver ya con la de los ‘júniors de oro’, en la que Pau Gasol o Navarro eran capaces de marcar diferencias en momentos trascendentales.
“Los veteranos somos conscientes de que no es la primera vez que pasa, y que en los momentos malos se ha cambiado el chip para afrontar un partido vital como el de mañana”, fue la reflexión de Rudy Fernández, uno de los herederos de esa generación única, al igual que los son Claver y Llull. “Veo en las caras de algunos compañeros demasiada presión y lo que tenemos que hacer es disfrutar en la pista. Lo que nos ha llevado a donde estamos es la capacidad de este equipo de disfrutar fuera y dentro”.