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Las mejores escenas de cama de Sofia Coppola

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Cuando vi por primera vez Lost in Traslation no llegaría a los 20 años y me quedé con esa escena final, con ese susurro que es solo de dos y ese beso que abría tantas puertas. La volví a ver 10 años más tarde, y el beso era casi irrelevante.

La juventud tiene algo precioso pero muy inexacto, se queda sólo con el final y en gran medida con la victoria del amor. Creces y ves que no es tan importante cómo acaban las cosas sino cómo se desarrollan. Que la intensidad siempre es limitada y que los grandes amores son más calmados y callados.

No hay sexo aunque filma sus mejores escenas de camas, con sus dos protagonistas dentro de jerséis y pantalones largos»

Sofia Coppola fue capaz de contar en esta película, que tantos parecidos han encontrado con su matrimonio fallido con Spike Jonze y con la película que él estrenó en 2013 (Her), la historia de dos personas en una ciudad invadida de gente que se encuentran porque comparten una soledad abrumadora.

Tiene varios aciertos, o por lo menos los tiene para mi cuando la vi años más tarde. Consigue contarte una historia de amor en la que los dos protagonistas están rotos y se van reconstruyendo el uno al otro a base de palabras. No hay sexo aunque filma sus mejores escenas de cama, con sus dos protagonistas dentro de jerséis y pantalones largos.

Bob Harris (Bill Murray) y Charlotte (Scarlett Johansson) se tumban y se encuentran casi semejantes sin llegar a rozarse entre las sábanas. Es allí, en un hotel que les aísla del caótico Tokio, donde confirman lo que llevaban rumiando mucho tiempo, son más felices hablando unas horas con un desconocido en una habitación que en sus matrimonios. Es allí también donde ella le pregunta si la vida se vuelve más fácil y donde él le contesta que todo es menos difícil cuando sabes quién eres y qué quieres.

Se cumplen ahora 20 años de esta película que Coppola rodó, dicen, después de cansarse de estar tan sola y de conocer qué quería y cómo lo quería. Veinte años de aquel beso que la directora en ningún momento puso en el guión porque no lo consideró relevante.