Eran las nueve en punto de la noche del último día de agosto. El reloj de la Basílica de la Virgen de las Angustias señalaba la exactitud horaria. A esa hora se inició un repique de campanas en las dos torres del templo que se prolongó durante más de diez minutos. Es algo que se repite habitualmente cada 30 de septiembre, como señal de la víspera del comienzo del primer día de septiembre, mes en el que Granada venera a su Patrona con los tradicionales cultos, Ofrenda Floral y procesión.

Antonio González, Hermano Mayor de la corporación patronal, dijo antes del acto que es su deseo que a partir de ahora este acto adquiera el carácter de tradición popular. La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, asistió a tan singular repique de campanas, acompañada por la concejala de Economía, Rosario Pallarés. Numerosos devotos estuvieron presentes en esta emotiva cita, en la que por primera vez se abrieron las puertas de la Basílica, para que desde la verja los devotos pudieran contemplar a la Virgen de las Angustias que permanecía iluminada mientras el interior del templo permanecía en penumbra. Se vivieron momentos de gran emotividad, no faltando los vivas a la Patrona.