Ángeles Béjar, madre de Luis Rubiales, recibía el alta después de pasar horas ingresada en el hospital. Estaba prevista una declaración ante los medios en la iglesia de Motril (Granada) en la que guardaba la huelga de hambre en torno a las 18.30 horas, pero a las 18.00 horas la mujer fue trasladada desde la iglesia al hospital con las piernas hinchadas, vómitos y mareos.

La madre del expresidente de la RFEF estuvo varias horas en observación, en urgencias, y a las 23.00 horas salió acompañada de su hijo. Nadie les vio ni hay imágenes que capturen el momento. Ángeles estaba en huelga de hambre protestando por lo que ella considera un linchamiento contra su hijo y tan solo ingería agua y bebidas isotónicas. Fue un coche de protección civil de Motril el que la trasladó hasta Urgencias.

El paradero de Rubiales y su madre, una incógnita

En el barrio donde reside Ángeles, situado en el centro de Motril, sus vecinos la han dejado de ver desde que saltara la polémica por el beso que le dio Luis Rubiales a Jennifer Hermoso en la final femenina de fútbol.

El propio párroco de la Iglesia de Motril comunicaba que la mujer había pasado las últimas horas con un gran malestar y que presentaba un cuadro de «angustia, estaba mareada y sentía que notaba algo raro». «Su hijo le ha llamado, están en contacto con ellos y entre todos han decidido que se tiene que ir al hospital», señalaba.

Tal y como ha señalado el periodista Luis Fernando Durán, Ángeles se encontraría instalada en casa de otro hijo. En estos últimos días el entorno de la familia ha comunicado que Rubiales estaba en casa de unos primos en Calahonda pero que habitualmente también él suele alquilar viviendas en la zona de Playa Granada y además tiene otra parcela en la zona de la ciudad.