Tropas israelíes que operaban en Naplusa fueron alcanzadas por un artefacto explosivo de grandes dimensiones, aparentemente detonado por combatientes palestinos en la ciudad, según mostraron imágenes.

Vídeos e imágenes difundidos por medios de comunicación palestinos mostraban una gran columna de humo que se elevaba tras la explosión, que al parecer se produjo cuando las tropas se encontraban en la zona.

Un ala local del grupo terrorista palestino Yihad Islámica reivindicó la autoría del atentado, afirmando que sus miembros detonaron una bomba colocada junto a la carretera cerca de las fuerzas israelíes cuando estas entraban en la ciudad.

Las tropas israelíes estaban operando en Nablus para asegurar la entrada de fieles judíos al santuario de la Tumba de José.

Se registraron enfrentamientos en otras zonas de Naplusa durante la operación.

La entrada al santuario, escoltada por soldados israelíes, iba a continuar a pesar de la explosión, dijeron las autoridades locales.

Las Fuerzas de Defensa de Israel no hicieron comentarios inmediatos sobre la explosión.

Autobuses llenos de israelíes ortodoxos visitan la Tumba de José bajo la protección de las FDI todos los meses, si no con más frecuencia, y las peregrinaciones casi siempre provocan violentos enfrentamientos con la población local palestina cuando las FDI entran en Nablus de antemano para asegurar la zona para la llegada de los peregrinos de línea dura.

El santuario, considerado por algunos como la última morada del patriarca bíblico José, se encuentra dentro de la zona A de Judea y Samaria, que está oficialmente bajo control total de la Autoridad Palestina, aunque el ejército israelí entra con regularidad, a pesar de la oposición palestina.

Las FDI prohíben a los ciudadanos israelíes entrar en la zona A sin autorización previa, y algunos critican las incursiones mensuales como una provocación innecesaria que pone en peligro a los soldados israelíes.

El año pasado, los palestinos de Judea y Samaria atacaron varias veces a las tropas israelíes con bombas colocadas al borde de las carreteras. En junio, ocho soldados resultaron heridos tras la detonación de un artefacto explosivo de gran potencia junto a un convoy del ejército en Yenín.