“Algunas madres lo tienen” (‘Some Mothers Do ‘Ave ‘Em’) es una serie británica de los setenta en la que el protagonista era un auténtico desastre, pero era venerado por su madre. Desde entonces, el título de la comedia se ha convertido en una expresión en inglés para describir a alguien inepto. Y con ella abre este martes su portada el tabloide británico Daily Star. “Máximo de vergüenza ajena: la madre del ‘baboso’ del beso se pone en huelga de hambre en una iglesia”, se lee, junto a la foto del presidente de la Federación española de fútbol, Luis Rubiales, con el subtítulo “chico malo”.
El Daily Star es un periódico sensacionalista de bajísima calidad. Pero la tormenta desatada por el beso forzado (él dice que consentido) de Rubiales a la jugadora Jennifer Hermoso ha copado también los medios internacionales de prestigio durante días. Este lunes, el caso ha sido el titular de apertura del The New York Times: “Un beso forzado, y un ajuste de cuentas contra el sexismo en España”. También ha ocupado las portadas de medios como Le Monde en Francia, Financial Times en Reino Unido o el Frankfurter Allgemeine Zeitung en Alemania. La BBC le ha dedicado horas en su canal de noticias o en su radio. “Llevo sin parar de trabajar sobre el caso desde el viernes”, asegura a este perióco Guy Hedgecoe, periodista afincado en España de BBC Radio, Irish Times y Politico.
La cadena pública británica ha enviado varias alertas sobre el asunto como noticia de última hora a los suscriptores de su aplicación móvil, que tiene más de diez millones de descargas sólo en la tienda de Google. Lo mismo han hecho otros medios internacionales de referencia. “La Fiscalía española abre una ‘investigación’ [abre diligencias] contra el jefe del fútbol que besó a una jugadora tras la victoria de la Copa Mundial de Fútbol”, notificaba como noticia de última hora este lunes el New York Times, con otros diez millones de suscriptores.
“Las razones que nos mueven a interesarnos a los extranjeros en el caso son las mismas que mueven e indignan a los españoles: la selección femenina, campeona del mundo, no ha tenido ni una noche para celebrar, por culpa del comportamiento de este señor”, opina en conversación con este diario Mathieu de Taillac, periodista francés afincado en España que trabaja para Le Figaro y Radio France.
Todos los corresponsales consultados resaltan la insólita demanda de seguimiento del caso desde sus capitales. Las consecuencias del beso forzado de Luis Rubiales (él dice que consentido) a la futbolista Jenni Hermoso han dado la vuelta al mundo.
“Recuerda al caso de los cánticos racistas contra el jugador del Real Madrid Vinicius Júnior, pero esto está teniendo más duración y recorrido; también es verdad que hay algo de sequía informativa”, dice un periodista de un gran medio estadounidense que prefiere no dar su nombre. “Que se esté tratando este tema se debe al propio señor Rubiales, porque cada vez que hace algo, lo empeora”, argumenta Hans-Günter Kellner, periodista residente en España que escribe para el Frankfurter Allgemeine Zeitung y DLF.
A través de los medios está llegando a la arena política internacional. “Imaginen a Angela Merkel haciéndole lo mismo a Philipp Lahm [el capitán de la selección alemana que ganó el mundial en 2014]”, dijo este lunes la ministra de Exteriores germana Annalena Baerbock a la salida de un partido de fútbol femenino. “A todo el mundo le habría parecido increíble. Eso lo dice todo”.
También ha habido réplica y posicionamiento desde Naciones Unidas. Su alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha expresado su solidaridad con la futbolista española y su esperanza en que el caso “marque un punto de inflexión” en el mundo del deporte, donde las mujeres “siguen siendo objeto de acoso sexual y abusos”.
Hans-Günter Kellner, periodista alemán en España para Frankfurter Allgemeine Zeitung y DLF
“Mi primera nota la escribí el lunes pasado, para la sección de deportes. Lo más llamativo es que los hechos [el beso forzado] no concuerdan con la impresión que tenemos en Alemania sobre lo avanzado del feminismo en España. Aquí se debate mucho más sobre la cuestión social del feminismo que en Alemania. La cobertura que le estamos dando ha sido superior a la media.
En la sección de deportes ha superado al tratamiento que le damos a las míticas remontadas del Real Madrid, que se siguen mucho en Alemania. Lo que no hemos tratado es el tema de la madre encerrada en la Iglesia, porque a nivel informativo no es relevante.
En realidad, que se esté tratando el tema tanto se debe al propio señor Rubiales. Cada vez que hace algo, empeora la situación. En lugar de dar una disculpa sincera el primer día, presiona a la protagonista y manda un vídeo en el que dice que se disculpa porque no tiene más remedio. Luego, el viernes, en lugar de presentar su dimisión, continúa, a pesar del daño que hace al fútbol español. Es una huida hacia delante en la que se lleva todo por delante. Además, manifiesta un problema mayor: en el fútbol en general, y en la Ley del Deporte en particular, no hay un sistema de control de las federaciones deportivas. Es el presidente el que las controla”.
Guy Hedgecoe, periodista británico en España para BBC Radio, Irish Times y Politico
«La BBC le ha dado a este tema muchísima importancia. Llevo trabajando sin parar desde el viernes. Creo que llama mucho la atención de los medios internacionales porque dice mucho sobre España: a primera vista parece simplemente la pugna entre el jefe del fútbol español y una jugadora. Pero luego se ha convertido en el caso de una supuesta agresión sexual justo en el momento en que España se ha llevado el mundial. Eso llama mucho la atención.
El tema tiene muchas otras dimensiones: el consentimiento sexual y cómo ha avanzado España en estos años en ese aspecto, mucho más rápido que otros países. Este choque refleja que hay gente que no está de acuerdo con esos cambios, los que como Rubiales lo llaman a esto “falso feminismo”. Estos disensos son siempre muy interesantes. Me recuerda al caso de los insultos contra el jugador del Real Madrid Vinicius. Desde la BBC hubo mucho seguimiento del tema, por lo que decía del racismo en el fútbol. El otro caso comparable sería el de La Manada, que se cubrió también con mucho detalle. Aquello cambió el país. A lo mejor estamos viendo lo mismo con Rubiales”.
Mathieu de Taillac, periodista francés en España para Le Figaro y Radio France
“Yo este lunes estuve cubriendo la manifestación de Madrid. No hemos parado con este tema, especialmente la semana anterior y mis compañeros de fin de semana. Para empezar, estamos reflejando el debate que hay en España. Si aquí no se hubiera suscitado, no lo habría hecho fuera. Las razones que nos mueven a los extranjeros a interesarnos son las mismas que indignan en España: la selección campeona del mundo no tiene ni una noche para celebrar por el comportamiento de este señor.
Además, llama la atención a gente de sensibilidades diferentes: a los cercanos a las cuestiones feministas, pero también al diario Le Figaro, conservador. Da la impresión de que el tema interpela a todo el mundo. A algunos por sentimiento de solidaridad, a otros por la idea de que ‘ya están los medios montando un asunto enorme cuando hay asuntos importantes, como la inflación’.
La gente automáticamente se posiciona. En los comentarios de las noticias hay argumentos encontrados. Unos dicen que se trata de otra prueba del “wokismo” [movimiento activista de concienciación sobre cuestiones de desigualdad considerado radical y censor por ciertos sectores]; que se habla de eso pero no de otras agresiones o directamente violaciones. Hay también quienes recuerdan cómo Emmanuel Macron entró en el campo cuando Francia ganó el Mundial a Argentina y dio un abrazo a Kylian Mbappé. A él se le veía molesto con esa efusividad”.