Los Lagos de Covadonga, un tesoro natural enclavado en el corazón de los Picos de Europa, son una joya icónica que cautiva los corazones de quienes los visitan. Estos lagos glaciares, formados hace milenios en las altas montañas de Asturias, conforman un paisaje sobrecogedor que evoca la belleza y la serenidad de la naturaleza en su estado más puro.
Ubicados en el Parque Nacional de los Picos de Europa, los lagos, conocidos como Enol y Ercina, deslumbran por su tonalidad azulada que varía con los caprichos de la luz solar. El lago Enol, el primero que se revela a los ojos de los visitantes, está rodeado por colinas y se refleja en sus aguas la majestuosidad de las cumbres circundantes. El lago La Ercina, más amplio y sereno, ofrece panorámicas igualmente cautivadoras, creando un contraste con su entorno montañoso. Un recorrido a pie o en coche a través de sinuosos caminos permite acceder a estos parajes de ensueño, y la brisa fresca que acaricia el lugar confirma su naturaleza prístina.
Cuna de leyendas y punto de partida para numerosas rutas de senderismo, los Lagos de Covadonga han dejado una marca indeleble en la memoria colectiva de Asturias. Se erigen como un tributo a la belleza natural que trasciende el tiempo y como un refugio para quienes buscan conectar con la grandiosidad de la naturaleza y sus ciclos eternos.
Recorrido
Los Lagos de Covadonga, ubicados en el corazón de los Picos de Europa, constituyen uno de esos destinos imperdibles al explorar Asturias. Estos enclaves mágicos ofrecen la oportunidad de sumergirse en un entorno natural único y de emprender una ruta circular que figura entre las más populares en el Paraíso Natural.
Identificada como la PR-PNPE-2 según la nomenclatura oficial de senderos en el Parque Nacional de los Picos de Europa, esta ruta abarca una distancia de cinco kilómetros, con un tiempo estimado de recorrido de unas dos horas y media, y se considera de nivel de dificultad bajo.
Al tratarse de un recorrido circular, es posible elegir entre seguir la dirección de las agujas del reloj o en sentido contrario. Por lo general, el punto de inicio es el aparcamiento de Buferrera, que es la zona de estacionamiento más amplia, aunque también se puede comenzar un poco más arriba, en el aparcamiento del lago La Ercina.
Partiendo del estacionamiento de Buferrera, se atraviesan pasarelas de madera peatonales que llevan al Centro de Visitantes Pedro Pidal (siguiendo la dirección de las agujas del reloj) o hacia el lago Enol (en sentido contrario), en paralelo a la carretera. Si se opta por la primera opción, es recomendable visitar primero el Mirador del Príncipe de Asturias antes de descender a las Minas de Buferrera, donde se conserva un túnel (no accesible al público) que testimonia el pasado minero de la región.
A continuación, se puede dirigir la mirada al Mirador de Entrelagos, desde donde se obtienen vistas impresionantes del lago La Ercina por un lado y el lago Enol por el otro. El itinerario conduce finalmente al lago Enol, pero antes de ello, se conecta con el lago de La Ercina aproximadamente a mitad de camino, lo que permite adentrarse en el lago conocido como El Bricial y el bosque Palomberu. Después de esta etapa, se llega a la vega de Enol, donde se encuentra la ermita del Buen Pastor y el refugio. Una vez allí, se recorre el perímetro del lago Enol a través de un agradable sendero para, finalmente, regresar al punto de partida en el estacionamiento.
Distancia
6,28 km
Desnivel positivo
183 m
Dificultad técnica
Fácil
Desnivel negativo
183 m
Altitud máxima
1.164 m
Altitud mínima
1.040 m
Tipo de ruta
Circular