Act. a las 10:34

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Los medios de comunicación han hecho guardia en la puerta a la espera de la apertura de puertas

La Policía ha tenido que mediar ante los tensos conflictos

El beso sin consentimiento de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, a la jugadora Jennifer Hermoso ha seguido dando de qué hablar semanas después. La dirección de los focos cambió hacia su madre, Ángeles Béjar, que lleva desde el lunes encerrada en la iglesia de la Divina Pastora de Motril (Granada) y en huelga de hambre, para denunciar la «cacería, sangrienta e inhumana» que se está haciendo contra su hijo.

En el segundo día de la huelga de hambre de Ángeles Béjar surgían inconvenientes. Durante la mañana el párroco ya se había mostrado incómodo con la situación puesto que tenía que dar misa a las 20h de la tarde y con el encierro de la madre de Rubiales no iba a ser posible.

Además, la popularidad del caso colapsó la puerta de la iglesia con periodistas que hacían guardia hasta que se abriesen las puertas para obtener declaraciones de Ángeles. Según pasaban las horas, el momento de la misa se iba acercando y los feligreses querían entrar al edificio.

La propia Ángeles reconocía en unos mensajes de voz a una amiga que la situación no podía seguir así, el programa ‘Todo es mentira’ ha tenido acceso a las grabaciones:

“No se puede entrar, me tengo que quitar del medio porque hoy hay una misa y me voy a quitar de en medio de aquí, Ángeles, porque no se puede. Y… no puedo porque va a entrar una, y otra y otra y no estoy en condiciones de eso porque llevo dos días sin comer y no puedo. Entonces tengo que procurar estar tranquila”.

Renegada a irse, Ángeles terminó por esconderse en la sacristía para que se pudiese dar la misa pero la apertura de puertas ha generado tal expectación por comprobar si la madre de Rubiales seguía dentro que hasta la Policía ha acabado en la iglesia.

Los agentes de la Policía Nacional han intervenido en la Iglesia de la Divina Pastora de Motril para evitar incidentes durante la celebración de una misa de difuntos coincidiendo con el encierro de la madre de Luis Rubiales, Ángeles Béjar, que se encuentra bien en su segundo día de huelga de hambre.

En el momento esperado de la apertura de puertas los medios de comunicación han podido acceder al templo, lo que ha dado lugar a momentos de tensión debido al alboroto creado al entrar los periodistas hasta la sacristía, donde estaba refugiada la madre de Rubiales tras casi 48 horas de encierro «sin parar de llorar»

El equipo de ‘Antena 3 Noticias’ ha logrado hablar con ella y Ángeles Béjar ha asegurado que aunque su hijo le pide que pare, ella seguirá «hasta que el cuerpo aguante».