Este miércoles conoceremos el nuevo dato del IPC adelantado de agosto. En julio la inflación subió 2,3 puntos impulsada por los alimentos que se encarecieron un 10%. Se aleja del objetivo del 2% que establece el Banco Central Europeo. La subyacente repuntó tres décimas hasta el 6,2. Los analistas auguran una continuidad de la tendencia alcista del mes pasado. Después de varios periodos de moderación, en julio, los precios se encarecieron cuatro décimas más que en junio, cuando quedó por debajo del dos, lo que reclama el BCE. La subyacente firmó un 6,2.
De nuevo los alimentos tiraron del IPC con un encarecimiento de más del 10%, pero la electricidad moderó el alcance general. En este agosto que termina con subidas de los carburantes y también la luz, aunque ha distado mucho de los máximos que tocaba 12 meses atrás. Los expertos, no obstante, esperan progresivos repuntes. El último fin de semana de agosto tenía los combustibles en máximos en plena época de desplazamientos con medias de 1,72 euros, superando el precio de antes de la invasión de Ucrania e igualando el del año pasado con la bonificación del Gobierno.
Pero ojo a lo que se avecina en invierno con la factura de la luz. El ingeniero eléctrico y experto en energía, Javier Dasí, advertía en ‘Fin de Semana‘ que «se calcula que seguirá subiendo más y más». Puede ser que en otoño tengamos una tregua, ya que «no hay un gran consumo energético». Sin embargo, «cuando nos vayamos acercando al invierno, seguramente el gas vaya subiendo y nos pasará lo mismo que hace un año, gente que pagaba 70 euros, y que empezó a triplicar sus facturas en casa». El que tenga un precio variable, bien en el mercado libre o en el regulado, «serán los más perjudicados».
Qué es el IPC
El Índice de Precios de Consumo es la cifra que indica la evolución de los precios de los bienes y servicios que consume la población de España. Si el dato de variación anual del IPC es positiva, se dice que ha habido inflación anual. El IPC está formado por 955 productos y para calcularlo se recogen 210.000 precios de 29.000 establecimientos distribuidos en 177 municipios, según explica el Instituto Nacional de Estadística. Es mala para la economía en su conjunto y puede reducir la actividad económica y aumentar la desigualdad.
Cuando los datos del IPC arrojan una inflación elevada hace que el valor del dinero disminuya y eso reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos. Para poder lograr una estabilidad en los precios, «el Banco Central Europeo debe mantener la inflación baja, estable y en niveles predecibles», explica el Banco de España. Si el dato del IPC subyacente es más estable que el general, es porque no se ve directamente afectado por la volatilidad de los precios de la energía, por eso da un detalle más claro de la situación del país o de Europa.