Su nombre es Bartolomé Berenguer Bort, pero era más conocido como ‘Barto’. Este policía retirado cometió este miércoles un horrible crimen machista en Alzira, Valencia. Aprovechó la visita de Raquel L. P., su exmujer, para retenerla y matarla a tiros en su casa. Ella acudía para recoger sus enseres personales en el domicilio.

Las muertes fueron confirmadas por los GEOS que accedieron a la vivienda tras las ocho horas en las que el hombre estuvo atrincherado. La Policía Nacional dispuso un equipo especial de negociación, pero esta jamás se produjo por la negativa tajante del homicida.

Las hermanas de la víctima, pasadas las 20.00 horas, bajaron desgarradas de dolor de la vivienda donde se produjo el crimen. «Me la ha matado, le ha dado tres tiros», lamentaba una entre llantos. Otras fuentes apuntaban a que las detonaciones habían sido seis.

[Vuelca un camión que transportaba toros en Valencia y los animales invaden la autovía]

‘Barto’ y Raquel mantuvieron una relación de doce años. Ambos tenían hijos de relaciones anteriores, ninguno en común. El hijo de ella la acompañó este miércoles para recoger sus cosas, pero no pudo evitar que el policía retirado se atrincherara con la mujer en la residencia, ubicada en la zona de Torretxó.

Las amigas de Raquel presentes en el lugar explicaron a EL ESPAÑOL que, a sus 58 años, se había prejubilado por enfermedades que le impedían trabajar en el almacén de naranjas donde ejercía. La ciudad de Alzira es la capital de la Ribera Alta, una comarca de importante producción citrícola.


Familiares y amigos de Raquel, junto al coche policial que impedía el acceso a la vivienda del asesinato. EE

Sus allegadas describen al homicida, de alrededor de 70 años, como un hombre machista y altivo. Una reconoce incluso que le recomendó denunciar las vejaciones que sufría por su parte, si bien no tuvieron constancia de maltrato físico.

No constaban denuncias por violencia de género, según confirmó ya por la noche la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.

Fue una jornada de gran angustia. Durante ocho largas horas familiares, vecinos y periodistas contuvieron el aliento por Raquel. Todos confiaban en que, como en tantas otras ocasiones, el secuestrador entrara en razón, y más cuando se trataba de un excompañero de los negociadores.

Fue el tiempo que transcurrió desde el atrincheramiento de ‘Barto’ a las 11.00 de la mañana hasta que confirmaron la muerte de ambos por disparos, a las 19.00 horas.

A última hora de este miércoles no había confirmación sobre cuando se produjeron exactamente las muertes. Se desconoce, por tanto, si mantuvo a Raquel ocho horas secuestrada antes de matarla y suicidarse, o si lo hizo de inmediato. Los vecinos escucharon disparos por la mañana, pero no por la tarde.