Ecologistas en Acción anuncia la presentación de una demanda ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por el parque eólico de Banzas que la empresa Green Capital Power (GCP) pretende instalar en los ayuntamientos coruñeses de Outes, Negreira y Mazaricos. Lo hará por, a su juicio, la “grave afectación a humedales de gran valor natural”. La organización explica que “tras ser presentadas en su día alegaciones y un recurso de alzada” ante la Consellería de Economía e Industria, ahora impugnará la decisión de la Xunta presentando una demanda ante el TSXG.
En concreto, explica que lo hace por su “severo impacto paisajístico sobre el medio natural y acústico”. La entidad ecologista califica, además, de “auténtico despropósito” que se aprobase esta instalación, dado que en la misma zona existen “otros diez proyectos eólicos en tramitación y dos en funcionamiento”. “Esta concentración de aerogeneradores sumada al resto de parques y al impacto de las acometidas de alta tensión para evacuar la energía eléctrica traería irreparables consecuencias al ecosistema de la zona”, según indica.
En la misma línea, añade que “no se han realizado estudios hidrológicos e hidrogeológicos ni evaluado los impactos sobre Red Natura 2000” y considera “requisito indispensable” analizar los efectos ocasionados por el parque eólico de Banzas “de forma individual y acumulativa teniendo en cuenta el resto de instalaciones existentes o proyectadas”.
Por su parte, en apenas tres meses, la campaña de crowfunding «Ti podes paralos!» de la organización ecologista Adega consiguió reunir los fondos necesarios para recurrir en vía contencioso-administrativa los macroproyectos eólicos Vilartoxo (A Baña y Val do Dubra), Troitomil (A Baña y Negreira), Monte da Croa (Dumbría y Vimianzo), Rodicio II (Maceda y Montederramo) y Campo das Rosas (A Estrada, Cerdedo-Cotobade y Campo Lameiro).
Los parques eólicos Vilartoxo y Troitomil están promovidos por Green Capital Power S.L. en A Baña, Negreira y Val do Dubra, y el de Monte da Croa, por Villar Mir Energía SLU en Vimianzo y Dumbría. Los dos primeros pretenden instalar 12 aerogeneradores de más de 200 metros de altura a poca distancia de aldeas y ganaderías, “ejerciendo un grave impacto sobre brañas, pequeños humedales y aguas de abastecimiento”, explica Adega. También podrían provocar alteraciones en los sistemas fluviales del Ulla-Deza y del Tambre que discurren por áreas ambientalmente protegidas.
El de Vilartoxo también afectaría a un área de yacimientos de arte rupestre, y el de Monte da Croa pondría en riesgo una manada estable de lobos, según Adega.