En la década de los noventa, un matemático australiano de origen rumano consiguió ganar 14 veces la lotería de países como Rumanía, Australia o Estados Unidos de manera totalmente legal. Su fórmula basada en matemática básica cambió las leyes de los sorteos nacionales. Las probabilidades de ganar una lotería importante son extremadamente bajas, aproximadamente una entre 14 millones. Sin embargo, Stefan Mandel logró superar estas probabilidades y ganar el premio gordo. Utilizar un método como este tiene su lógica, pero hay quien confía en la superstición como en esta historia de ‘Poniendo las Calles‘.

Las probabilidades de que ganes la lotería son bastante bajas. La posibilidad de que ganes el premio mayor, por ejemplo, del Euromillon, con un boleto, es de 1 en 139.838.160. En la Lotería de Navidad se reparten 15.304 premios de diferente importe gracias a los 100.000 números depositados en el bombo, por lo tanto, la probabilidad de ganar es del 15,304 %. En cambio, en la Lotería del Niño, donde también hay 100.000 números, los premios ascienden a 37.920, por lo que la probabilidad asciende a 37,92 %. A pesar de los datos, la probabilidad de ganar los premios en ambos sorteos es de uno entre 100.000, que pensado en porcentajes es de 0,001 %.

Aparte de los dos grandes premios extraordinarios, existen sorteos ordinarios pre proporcionan gran cantidad de dinero a lo largo del año. La probabilidad de que te lleves un pellizco en los sorteos semanales es la siguiente. La Primitiva y Bonoloto tiene una probabilidad entre 13.983.816 de acertar seis números y 139,8 millones de conseguir el reintegro. El Gordo de la Primitiva cuenta con una posibilidad entre 31.625.100. La Quiniela, una entre 14.348.907. El Quinigol, una posibilidad entre 16.772.216. La Hípica Nacional, una entre 8.835.372 en el Lototurf y una probabilidad entre 60.080.000 en el Quíntuple Plus.

La superstición